Que la temporada que comenzó es de las más importantes de la historia de Independiente, no es ninguna novedad. Por eso, me voy a quedar con el vaso medio lleno de este primer partido. Por Nicolás Brusco, para InfiernoRojo.
El punto que se trajo de Rosario es muy positivo ante un rival siempre complicado y en un estadio donde se le hizo muy difícil ganar en los últimos años. En la mitad vacía, el rendimiento del equipo no despierta a la ilusión. El poco peso en ataque sigue siendo una falencia muy notoria.
Farías sigue jugando muy solo en la delantera aunque el esquema dice que ahora tiene un acompañante. Creo que el técnico deberá buscar la manera de hacer rendir bien a Fredes otra vez. Sus mejores partidos se vieron jugando por el centro de la cancha, no en la derecha. La sociedad con Rosales no existió y a raíz de ello, el equipo no generó una sola situación de gol.
Aquí el entrenador tendrá que trabajar para que el equipo sea protagonista tanto de local como de visitante. Porque el día de mañana se encontrarán con equipos más débiles que Newell´s y no se pueden conformar con un empate. Quiero creer que esto va a cambiar y en el Libertadores la actitud de los jugadores será otra.Aunque reconozco que se viene de una pretemporada y las piernas duras y la falta de fútbol se venían notando en los entrenamientos y era difícil que cambiara en el partido.
Hoy quizás no se valore pero en esta carrera que tiene 38 obstáculos, Independiente sorteó el primero. Sin embargo, falta mucho trabajo para llegar a cumplir los objetivos. Que hoy se “festeje” el punto y mañana se trabaje pensando en como mejorar porque se vienen dos partidos fundamentales.
No hay que desesperar por el rendimiento ni lo comparemos con la temporada que se fue. Es otro plantel, con otra jerarquía y experiencia. Si se lo proponen, a base de trabajo y a medida que los refuerzos se pongan a punto, se puede formar un equipo que como mínimo le alcance para ir olvidándose de la tabla de abajo. Si no lo hacen, vamos a sufrir con el transcurrir de las fechas.En Rosario no demostró estar a la altura del difícil momento, pero la unidad que se trajo es un buen punto de partida.
