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¡Qué desahogo!

 Llegó el sábado por la noche y la sensación era de incertidumbre. Si bien Julio Comparada y los mismos jugadores salieron a bancar a pedro Troglio, fue el mismo entrenador el que dijo que su continuidad pendía de un hilo o de un resultado.
 
La manera de bancar tiene varias interpretaciones. De palabra, todos lo hicieron. En los micrófonos y en las cuatro paredes del vestuario. Pero la mejor manera de decirle a un técnico: ¡Yo te banco! es en el campo de juego e Independiente lo hizo. Ojo, no somos el Manchester United pero tampoco Blanqui con sus desuniones y problemas de la promoción.

Independiente no fue una máquina e incluso por momentos tuvo desconcentraciones, esas que nos dan dolor de panza cuando las vemos. Sin embargo, pudimos ver una leve mejoría y la tranquilidad de no ser ni parecidos a los vecinos. No hay crisis, sólo problemas como en las mejores familias e Independiente no es ajeno a los tiempos acelerados del fútbol de hoy. El hombre más desequilibrante fue Montenegro, sin ninguna duda pero claro que él sólo no hizo todo. Cuando el Rolfi se planta, marca la diferencia, de eso no hay dudas. Si bien este no fue el mejor partido que jugó y de hecho tocó pocas pelotas, cuando lo hizo fue contundente y desequilibrante. Le queda mejor el traje de delantero que el de volante. Claramente banco al técnico antes, durante y después del partido. De hecho, su abrazo de gol con el entrenador y la cara de emoción de Pedro dicen mucho más que mil palabras. Y la verdad, me gustó. Cuando las cosas están bien en el núcleo de la cosa, a la larga, se consigue el objetivo.

Está claro que Tigre, el subcampeón del Apertura, no era un rival fácil. Con el resultado puesto todo es más simple, pero antes de los 90 minutos, todos sabíamos que con Tigre puede pasar cualquier cosa. El torneo pasado le habíamos ganado pero el equipo de Cagna hizo un campeonato más que aceptable y nosotros bien hasta la fecha 13. El resto, lo conocemos de memoria.

La semana previa se habló mucho. Verdades, mentiras, incógnitas, misterios. No fue casualidad la contundencia del resultado. Al menos eso siento yo. Todos se soltaron para lograr el objetivo: seguir laburando juntos. ¡¡¡Machín se soltó!!! Se animó a correr y seguir la jugada. Ojala siempre sintiera esa confianza porque las veces que se “anima” le va bien. Lástima que no son las más. La defensa sigue con falencias pero se va asegurando. Matheu volvió al puesto donde más se lo insultó y sin embargo cumplió. De todas formas me gusta más de central que lateral. El resto cumplió. Ledesma aprobó si lo comparamos con el primer partido, Oyola cumplió su función y eso que me asusté cuando lo escuché en la alineación titular. Totono me gustó pero quiero ver más. El primer partido a veces es motivante y quisiera ver más para formar una opinión. Si sostiene lo que hizo en su debut, vamos por el buen camino. Denis estuvo cerca pero no pudo y me dio la sensación que estuvo mal expulsado. De hecho Beligoy me pareció un poco payaso pero hablar del árbitro es de llorona y no lo soy. Generalmente el nivel es parejamente malo para todos. A veces se equivocan más con unos que con otros pero en líneas generales los hombres de negro lindan con lo mediocre y con el exceso de protagonismo.

No dejemos de lado que hubo dos pelotas de Tigre que pegaron en el travesaño y si bien escucho muchas críticas para Assman, a mi me gustó. Muchos gritaban como locos en el tiro libre que se ubicó adelantado. Supo lo que hacía y atajó sin problemas. No es Ustari, obvio pero yo recuerdo insultos para el mismo Osky que se cansó de sacar pelotas. No siempre se puede conformar a todos y Assman siempre, en cada partido, saca pelotas imposibles. A veces entran, claro, es humano pero en general hace bien su trabajo.

Lo más importante de este partido es que los jugadores dieron su palabra. El que tomó el mando en los micrófonos fue el Rolfi y aseguró actitud y resultados. Cumplió con lo prometido y eso vale. Ahora que sacaron el pasaporte de la confianza deben seguir por este camino. El fin de semana que viene es en Rosario contra un equipo que tiene un pie en la B. A veces, estos rivales destrozados son los peores pero con inteligencia, compromiso y ganas, se puede y creo que el mensaje lo tienen, la semana que pasaron la superaron y demostraron que juntos y en grupo, se puede salir adelante. Me gustó la actitud y rescato la unión del equipo. Si quieren seguir juntos, esta es la fórmula.
Por Débora D’Amato para InfiernoRojo.com

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