Independiente cayó como local 1-0 en el partido de ida por los cuartos de final de la Copa Sudamericana ante su homónimo de Santa Fe Colombia. Ahora el partido de vuelta será en la altura cafetera. El Ruso, que tuvo incidencia en el gol de Balanta, también erró un penal cuando el partido estaba igualado en cero.
Hasta los 17 minutos parecía que se jugaba sin arcos. Todo era presión constante para impedir jugar al rival y adueñarse de la pelota lo antes posible por la mayor cantidad de minutos posibles. Recién ahí fue cuando se vio el primer remate y fue un claro ejemplo de lo que sería después. Independiente tuvo la chance en los pies de Viruta Vera que hizo todo bien pero al momento de rematar la pelota dio en un rival y pasó el peligro.
Parecía que el Rojo podía comenzar a manejar las acciones. Sin embargo, no lo lograba. El bajo nivel de Jorge Ortiz, Federico Mancuello y Martín Benítez provocaron una falencia grande en el armado del juego. Por eso es que por momentos, los colombianos se animaban a atacar.
Sin embargo, hubo un punto de inflexión en el partido. Sobre todo en el arquero local. Es que tras una avivada de Lucero, que el árbitro finalizó señalando la pena máxima, Diego Rodríguez tuvo a los 23 la chance más clara desde el punto del penal, pero la desperdició. Mejor dicho, la atajó un ex Rojo, Robinson Zapata.
Así fue que el local tuvo una chance inmejorable, la perdió y lo sintió. A los 34, uno de los tantos errores que tuvo el Marciano Ortiz con la pelota, le permitió a Rodríguez redimirse un poco, descolgando del ángulo un balón impulsado con mucha fuerza que tenía destino de red. Pero faltaba lo peor.
El primer tiempo se fue con la sensación que si Independiente lograba ajustar ciertos detalles podía ganarlo. Sin embargo, se dio todo al revés. Más aún cuando a los 20 minutos, Balanta le ganó a Toledo, se vio beneficiado con un rebote extraño y antes que la pelota se fuera por la línea de fondo, sacó un buscapié que se encontró con Diego Rodríguez y su segunda falla clave.
Tras el 1-0, que fue un golpe muy duro para el Rojo, el equipo intentó sobreponerse a eso, pero no lo logró. Al contrario, sobre el final ingresó en el nerviosismo lógico que casi le hace perder la eliminatoria en una de las contras con las que contaron los colombianos.
El empate tendría que haber llegado, pero no se dio. Lo tuvo Mancuello, Ortiz y hasta Tagliafico probó al arquero, pero ninguno encontró la manera de doblegarlo. Ahora habrá que ver mejorar y lograr la clasificación en la altura cafetera (2600 metros por sobre el nivel del mar) porque la Copa Sudamericana es uno de los objetivos y es hora que en Independiente se comiencen a cumplir.
