Post empate ante Godoy Cruz, Miguel Angel Santoro reconoció que esta etapa “es la más díficil” que le tocó asumir como entrenador de Independiente. “Sabía del riesgo, pero también del desafío. Me siento fuerte”, enfatizó el DT. ¿Hasta cuándo aguantará si la mano no cambia?
“Para levantar esta situación se necesita tiempo de trabajo. El hincha debe tener un poquito de paciencia. Es un equipo que venía golpeado y sabíamos que el cansancio iba a aparecer. Basta con observar el nivel de algunos jugadores que se destacan por su técnica, parece imposible verlos tan torpes. Es producto del cansancio”, confesó Pepé al diario Olé.
Con el campeonato perdido hace varias fechas y la Copa Libertadores a una inmensidad de distancia, ¿qué es lo que debe hacer Santoro en estos partidos que quedan? Sin dudas, preparar el equipo para lo que viene. Probar pibes (léanse Nicolás Mazzola, Roberto Vissio, por ejemplo), ver cuáles de los refuerzos que vinieron y jugaron poco tienen nivel para quedarse (Darío Gandín, Federico Higuaín, Leandro Depetris, Angel Puertas) y analizar quiénes ya cumplieron su ciclo con la camiseta del “Rojo”.
Otro aspecto en el que deberá trabajar Pepé es, indudable e indefectiblemente, en el físico. Es fundamental que vaya diagramando de qué manera levantará a un plantel disminuido en este aspecto de cara a lo que viene, para no terminar penando como ahora en los segundos tiempos. Ojalá que en esta oportunidad se organice una pretemporada como se debe.
Por último, y quizás lo más complicado, será trabajar en la mentalidad de los jugadores, hacer que se den cuenta en donde están jugando. Esto no es Tigre, ni Lanús, ni Racing, esto es INDEPENDIENTE, y los demás clubes deberían estar conformes por jugarle de igual a igual al “Rojo”, y no al revés. Pepé, uno de los protagonistas de la historia que hizo grande a la gran institución de Avellaneda, sabe de la grandeza del club y ojalá tenga la habilidad de hacerla entrar en la fibra más íntima de los jugadores.
