Unos meses atrás dije que pase lo que pase, era nuestra obligación no olvidar ese momento (ver Nadie se atreva a tocar a mi viejo).
Es por eso, que cumpliendo con mi palabra en nombre de todo el pueblo rojo le agradezco de corazón a Pepé por todo lo que hizo por el club.
Porque acudió al llamado dejando de lado su propio sueño y tranquilidad.
Porque más allá de errores y aciertos, que al igual que todos los técnicos y seres humanos tuvo, en todos sus actos predominó la buena fe.
Porque ama y quiere lo mejor para Independiente, al igual que todos nosotros.
Porque soportó que le mientan (con los refuerzos de lujo) al igual que a todos (con eso y la cancha) y sin embargo siguió al pie del cañón.
Porque se bancó y perdonó a jugadores que con una impertinencia absoluta, le faltaron el respeto cuando se tendrían que lavar la boca antes de hablar de él. Si en vez de eso se preocuparan por hacer dieta o practicar cabezazos (estoy hablando de Gandín y Sosa respectivamente) sería más productivo para el club, que le debe mucho a Santoro mientras que con ellos pasa todo lo contrario.
Por todo esto y mucho más desde acá humildemente le deseo lo mejor en donde esté con sus arqueros, trabajo que quedó demostrado hace a la perfección. Con su sabiduría sabrá tomar la mejor decisión.
Y eso me recuerda que se debe elegir al nuevo entrenador. Que no haya malos entendidos, ni Pavones, Suazos o Medels y vayan a buscar realmente y con eficacia. Espero que esta dirigencia de una vez por todas escuche a los hinchas. Es hora de dejar de improvisar. Las apuestas que hicieron en estos últimos años (con técnicos y jugadores) nos salieron mal, lo que termina siendo más caro que el salario de cualquier persona.
Nada ni nadie asegura resultados, pero hay gente cuya jerarquía es indiscutible. Es hora de buscar un Dt de renombre. ¿Está Tolo claro lo que digo no?
