Desde la llegada de Ariel Holan y el proceso de reordenamiento que había iniciado Independiente tras el ciclo de Gabriel Milito al frente del equipo, el actual entrenador del Rojo se había trazado tres objetivos puntuales.
Con la derrota en Mendoza y eliminación de la Copa Argentina, se debe tachar de la lista el segundo de aquellos tres. El primero había sido ingresar a la Copa Libertadores, cosa que finalmente no terminó sucediendo.
Y ahora se quita también el objetivo Copa Argentina, que se esfumó más pronto de lo que todos imaginaban: en dieciseisavos de final. Ahora solo queda el tercer objetivo, que es la Copa Sudamericana.
Claro que, conforme avanza el tiempo se van sumando nuevos nortes, como lo puede ser el torneo local, que recién va transitando sus primeros compaces.
