Pese a no haber podido marcar ningún tanto, Sergio Agüero demostró una vez más su calidad de futbolista distinto y guió al Atlético de Madrid a otra victoria, en esta ocasión ante el Sporting Gijón por 3-2. Se hace esperar el gol 50 del ex Independiente. Se lesionó Forlán.
El equipo dirigido por Quique Sánchez Flores continua en su senda ganadora, incrementa confianza en el vestuario y basa su idea futbolística en la contundencia letal de sus delanteros. La defensa de a poco va encontrando su mejor forma, aunque aún debe mejorar mucho. De todas maneras, el Sporting fue el conjunto que mejor se plantó en el terreno de juego y que sufrió cada vez que Agüero tuvo el balón en sus pies. Claro, siempre de contragolpe.
Justamente el Kun fue uno de los artífices de la jugada que derivó en el gol de Forlán, el primero del Aleti. Sin embargo, Asenjo derribó a Diego Castro y éste le dio el empate al Sporting desde el punto de penal. Primer tiempo con un empate con sabor a poco y el Calderón comenzaba con los murmullos. ¿La esperanza? Sí, el que todos sabemos…
Más allá de lo que sucedía en la cancha, una contra perfecta le dio al Atlético la segunda ventaja. Agüero abrió la pelota, Ujfalusi centró, Forlán cabeceó y Assuncao remató al gol. Lo bueno era el triunfo parcial, lo malo la lesión del uruguayo. Según estudios posteriores la lesión del delantero sería un esguince de tobillo a trabajar en la semana para conocer en profundidad su daño.
De esta manera, los ataques del colchonero recaían en el Kun. El ex Independiente lejos de esconderse se hizo amo y señor de todo. Fue la carta en ofensiva que presentó el Atlético y pese a sus increíbles jugadas (una fue realmente impresionante, en la que se sacó varios jugadores de encima) no pudo doblegar nunca a Juan Pablo, el arquero rival. Es más, en una de sus tantas intervenciones, el portero dio rebote y le permitió a Ibrahima marcar su primer gol en la Primera del Atlético.
Con el 3-1 parecía que se cerraba el partido. Sin embargo, en el último minuto fue Luis Morán quien le metió presión al Aleti y le dio dramatismo al encuentro. Mientras tanto, Agüero siguió haciendo diabluras pero no pudo ver la red como destino final, pese a las variaciones en la definición (amagues, vaselinas y remates potentes). Una vez más, Sergio Leonel fue figura rutilante, destacada y la envidia de muchos…menos de aquellos amantes del fútbol bien jugado, tal cual lo siente el Kun, un crack que sigue dando que hablar.
