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Escrito por Serxens
La idea de analizar estos historiales, es saber realmente donde estamos parados; y ante cualquier cargada de los rivales, contestarles con datos concretos, que matan relato y folklore futbolísticos.
El caso de Boca es emblemático. Si bien es cierto que ahora nos llevan 9 partidos, la lectura más correcta es que de los 90 años que tiene el fútbol profesional, los tuvimos de hijos durante 70 años.
Y con diferencias de 14 partidos en el '64 y 12 en el año '92
Además, que la paternidad no se mide solo en cantidad de partidos, sino en la importancia que tuvieron estos. Por ejemplo, les cortamos largos invictos 3 veces, uno de ellos el más largo de todos y por goleada.
Hasta diciembre del 2000 (ese partido lo ganamos 3 - 0 con 2 goles de Forlan y uno de Guerrero) estuvimos arriba.
O sea, si un bostero nos quiere apurar, números en mano, les falta mucho para igualarnos. Y si tuviéramos una dirigencia prolija, volvemos a poner las cosas en su lugar.
Lo doloroso es que nos dieron vuelta el historial con varios partidos que podríamos haber ganado sin mucha dificultad y hoy estaríamos todavía arriba en los números.
Algunos ejemplos:
1. El del otro día que, si Roa embocaba ese penal, estaba liquidado.
2. Un partido idéntico en la Bombonera en 2001, que ibamos 1-0 arriba y Forlán desperdició un penal y terminamos perdiendo 2-1
3. El de 2018, que perdimos por un gol de Cardona. Nos comimos muchos goles y el árbitro anuló un gol legítimo de Meza. La jugada de Cardona fue prácticamente la única llegada de Boca.
4. El 1-1 en Avellaneda en 2013, que nos perdimos como 10 goles, incluyendo un penal que Orión le ataja a Montenegro.
5. El empate 0-0 el año pasado, con Boca jugando 60 minutos con un jugador menos.
6. El partido que entrega el Ruso Rodríguez en 2014, regalándole el gol a Calleri en el minuto 1 del partido.
Sólo con esos partidos, le restás 6 a Boca en el historial y sumás 4 para nosotros (el de 2014 y 2018 serían empates) y hoy, después de 20 años de mediocridad, todavía estaríamos arriba en el historial.
Con River es una situación extraña porque, contando sólo los partidos jugados de 2014 a esta parte, estamos muy parejos, a pesar de que ellos están transitando uno de los mejores momentos de su historia y nosotros todo lo contrario.