Jueves 06/10/2016, 14:55:12
Por el camino incorrecto....
- 0Seguidores
- 24Comentarios
- 4Me gusta
- 6120Vistas
La historia de la promesa que dejó el fútbol por el hampa
Se trata de Leandro "El Pony" Chazarreta, un joven de 18 años que jugaba en Almagro y ahora lo acusan de matar a Miriam Coppolillo, la vecina de El Palomar asesinada el viernes pasado.
La historia de Leandro "El Pony" Chazarreta es la de un joven que eligió el camino incorrecto. Jugaba de 10 en las inferiores de Almagro y era, para sus entrenadores, uno de los futbolistas con más futuro del club. Sus malas influencias lo tiraron por el abismo: dejó de jugar, se dedicó a la delincuencia y ahora es el principal sospechoso por homicidio de Miriam Coppolillo, una vecina de El Palomar asesinada el último viernes."Pibe ¿vos qué querés para tu vida?", arrancó uno de sus tantos intentos para convencerlo. "¿La pistola o la pelota? Si es la pistola, te vas de acá. Si es la pelota, tomá la responsabilidad que vas a jugar... te sobran condiciones", le dijo Daniel Rodríguez, una tarde, cuando fue a buscarlo para intentar que regrese a Almagro, el club donde brillaba.Y Chazarreta no lo hizo. Fueron dos veces: los recibió, los escuchó, pero no regresó.Tuvo algunos parates previos en el fútbol. En 2013 recibió un disparo. Cuando se recuperó, volvió. En 2014 lo mandaron a un instituto de menores, acusado de homicidio. Lo largaron luego de descubrir que no había nada que lo vinculara al caso. En 2015 jugó nueve meses, según publica el periodista Nahuel Gallota en el diario Clarín, pero nunca más lo volvieron a ver."Vení al club; volvé que te vamos a dar una mano. Sabemos que andás en cosas malas, pero con nosotros te podés rescatar", le dijo el DT, que lo encaró delante de sus compañeros. "Pony" lo escuchó, pero nunca apareció. Volvería a verse con el entrenador en enero de 2016, cuando estaba internado en el hospital Posadas con un tiro en uno de sus tobillos. "El club está dispuesto a recibirte para que hagas la rehabilitación", le ofreció allí. "Ponete bien y volvé, que vos tenés condiciones".Su padre, consciente de la situación que atravesaba su hijo, buscó alquilar una casa en El Palomar para alejarlo de las malas de influencias, metidas en el delito. El Pony no lo acompañó. Su madre, tampoco.El giro definitivo en la vida de Chazarreta sucedió el viernes pasado. Coppolillo salía a comer con su marido para festejar su cumpleaños. Chazarreta, arriba de una moto, interceptó a la pareja cuando se subían al Citroën C4. Quiso robarles el vehículo. Le disparó a Miriam, la mujer, y salió rápido con su moto. La llevaron al hospital, pero no llegó viva.En el allanamiento a su casa, al "Pony" le encontraron un chaleco antibalas y una pistola calibre 40. Junto con otro adolescente de 17 años que también fue arrestado, sería uno de los responsables del crimen de la mujer.En su perfil de Facebook "El Pony" subía fotos de su época como jugador. Se preguntó: "¿Quién me va a quitar el sueño de ser futbolista?". El fútbol, esta vez, no lo pudo rescatar.
Se trata de Leandro "El Pony" Chazarreta, un joven de 18 años que jugaba en Almagro y ahora lo acusan de matar a Miriam Coppolillo, la vecina de El Palomar asesinada el viernes pasado.
La historia de Leandro "El Pony" Chazarreta es la de un joven que eligió el camino incorrecto. Jugaba de 10 en las inferiores de Almagro y era, para sus entrenadores, uno de los futbolistas con más futuro del club. Sus malas influencias lo tiraron por el abismo: dejó de jugar, se dedicó a la delincuencia y ahora es el principal sospechoso por homicidio de Miriam Coppolillo, una vecina de El Palomar asesinada el último viernes."Pibe ¿vos qué querés para tu vida?", arrancó uno de sus tantos intentos para convencerlo. "¿La pistola o la pelota? Si es la pistola, te vas de acá. Si es la pelota, tomá la responsabilidad que vas a jugar... te sobran condiciones", le dijo Daniel Rodríguez, una tarde, cuando fue a buscarlo para intentar que regrese a Almagro, el club donde brillaba.Y Chazarreta no lo hizo. Fueron dos veces: los recibió, los escuchó, pero no regresó.Tuvo algunos parates previos en el fútbol. En 2013 recibió un disparo. Cuando se recuperó, volvió. En 2014 lo mandaron a un instituto de menores, acusado de homicidio. Lo largaron luego de descubrir que no había nada que lo vinculara al caso. En 2015 jugó nueve meses, según publica el periodista Nahuel Gallota en el diario Clarín, pero nunca más lo volvieron a ver."Vení al club; volvé que te vamos a dar una mano. Sabemos que andás en cosas malas, pero con nosotros te podés rescatar", le dijo el DT, que lo encaró delante de sus compañeros. "Pony" lo escuchó, pero nunca apareció. Volvería a verse con el entrenador en enero de 2016, cuando estaba internado en el hospital Posadas con un tiro en uno de sus tobillos. "El club está dispuesto a recibirte para que hagas la rehabilitación", le ofreció allí. "Ponete bien y volvé, que vos tenés condiciones".Su padre, consciente de la situación que atravesaba su hijo, buscó alquilar una casa en El Palomar para alejarlo de las malas de influencias, metidas en el delito. El Pony no lo acompañó. Su madre, tampoco.El giro definitivo en la vida de Chazarreta sucedió el viernes pasado. Coppolillo salía a comer con su marido para festejar su cumpleaños. Chazarreta, arriba de una moto, interceptó a la pareja cuando se subían al Citroën C4. Quiso robarles el vehículo. Le disparó a Miriam, la mujer, y salió rápido con su moto. La llevaron al hospital, pero no llegó viva.En el allanamiento a su casa, al "Pony" le encontraron un chaleco antibalas y una pistola calibre 40. Junto con otro adolescente de 17 años que también fue arrestado, sería uno de los responsables del crimen de la mujer.En su perfil de Facebook "El Pony" subía fotos de su época como jugador. Se preguntó: "¿Quién me va a quitar el sueño de ser futbolista?". El fútbol, esta vez, no lo pudo rescatar.