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Domingo 12/04/2020, 16:40:13
[Fútbol] El director de orquesta y el solista
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Ambos coexisten en el fútbol nuestro de cada día. Son tan diferentes y a la vez necesarios. El director de orquesta, como he de llamar al cerebro de un equipo, es aquel jugador elegante que para la pelota, levanta la cabeza, piensa, busca el mejor pase, trabaja colectivamente; en definitiva, es un gran señor que maneja los hilos del equipo. En contrapartida, el solista vendría a ser aquel jugador desfachatado y caradura, que agarra la pelota y prioriza la gambeta, hace lo impensado, busca la individual, peca de egoísta; me refiero a ese jugador irrespetuoso que marca la diferencia a partir del desequilibrio. En lenguaje musical, uno contribuye a la armonía y el otro es la nota disonante. Pero no es mi intención aquí poner a uno contra el otro; no existe dicotomía más falsa. Nada de eso, sólo vengo a decir que ambos son parte de la esencia del fútbol.

Sin embargo, aun con sus diferencias, ambos tienen varias cosas en común: suelen ser laguneros o inconstantes, carecen de disciplina táctica, no corren, rara vez se tiran al piso, se los acusa de falta de compromiso o se los tilda de "pecho frío". También se suele decir que no se sabe de qué juegan, por eso les han impuesto denominaciones híbridas como "5 de juego" y "media punta", o les han inventado nombres irrisorios como "enganche". Generalmente, el director de orquesta tiende a pararse en el mediocampo, donde cuenta con mejor panorama para dar sus pases celestiales; y el solista se aprovecha mejor en la delantera, donde puede lastimar más con sus gambetas infernales. Pero el fútbol se juega no solo a lo largo sino también a lo ancho de la cancha, y estos jugadores necesitan gozar de libertades para poder hacer lo que mejor saben. No es sabio encasillarlos contra la banda o exigirles una posición fija, porque si la pelota no va hacia ellos, ellos querrán ir hacia la pelota. Y es que son tan felices cuando tienen la pelota en sus pies, que se apagan cuando pasan muchos minutos sin tener contacto con ella. Por eso no suele haber punto medio para ellos: brillan o desaparecen en la cancha. Son los mejores cuando el equipo es el dueño de la pelota; y parecen inservibles cuando el rival domina la posesión del balón. Ni hablar cuando entran a la cancha faltos de inspiración y no les sale una, como artista estancado en su obra inconclusa. Entonces pueden cosechar los aplausos más fervorosos así como los silbidos más ensordecedores. Salvo que hablemos de megacracks, como Riquelme por un lado y Messi por el otro, son jugadores que hacen culto a la irregularidad.

Luego algunos caen en la tentación de prescindir de uno o el otro; o peor aun, de ambos. Esgrimen que no sirven los jugadores que no aseguran cierta regularidad y es preferible utilizar tipos menos técnicos pero más constantes y sacrificados. Prefieren la eficiencia y la previsibilidad para evitar sumergirse en la incertidumbre que genera la creatividad y la originalidad. En otras palabras, hay quienes optan por abrazar la mediocridad. Y en verdad todo equipo requiere que en su mayor parte esté conformado por jugadores "normales", porque sería imposible encontrar un buen funcionamiento colectivo con muchos "librepensadores". Si se juega con línea de 4 en el fondo, se hacen necesarios dos laterales y dos centrales. En el medicampo, es imprescindible que al menos haya un volante central, con un ladero por derecha y otro por izquierda para cubrir el ancho de la cancha. Y alguien tiene que hacer los goles, así que tampoco puede faltar el centrodelantero. Descontando que vamos a jugar con arquero, la suma nos da 8 jugadores "posicionales", restando dos lugares a utilizar como uno guste. Como opción existe la posibilidad de incluir un segundo volante central para reforzar la marca en el mediocampo y/o un segundo centrodelantero para tener mayor presencia en el área rival. Es decir, descartar al director de orquesta y al solista para optar por instrumentistas que simplemente hacen lo que les piden que hagan.

En lo personal, me entusiasman muy poco los equipos de fútbol que prescinden de estos jugadores en favor de la rigurosidad táctica. Aun si se gana en eficiencia y eficacia, me parece algo insípido; es como comerse un taco sin picante. Reconozco que el fútbol de hoy no es como el de antes, cuando todos los equipos jugaban más o menos con el mismo esquema teórico, pero en la práctica los jugadores hacían lo que querían, especialmente los más talentosos. No desprecio el orden táctico, pero sí exijo una cuota sana de desorden, arriesgando en favor de algo superador, aunque no siempre se consiga. Por eso tiendo a rechazar sistemas tácticos poco flexibles como el 4-3-3 o el 4-2-3-1, donde los jugadores son forzados a ubicarse en posiciones fijas; y en general esto lo padecen aquellos que necesitan espacio para imaginar, crear y (en fin) jugar. En definitiva, lo importante no está en los numeritos sino en las características de los jugadores; un simple 4-4-2 puede cambiar de mediocre a brillante si se incluye un director de orquesta libre en el medio y un solista libre en la delantera. Son jugadores que literalmente rompen esquemas, o bien los esquemas los destruyen a ellos.

Sin ir más lejos, Bochini supo tener ambas cosas, si bien brilló más como solista en su juventud, mientras que su mejor versión como director de orquesta se vio en su madurez. Y si el mayor jugador de nuestra historia, el más ganador y el que mejor nos identifica, tenía estas características, entonces son ideales que siempre deberíamos honrar a la hora de diseñar un equipo. Claro que muy difícilmente encontraremos otro jugador que combine tan bien ambos aspectos, porque el Bocha es único e inigualable. Por eso mismo, a falta de un genio que cumpla con ambos requisitos, deberíamos reservar dos lugares para buscar algo de esa magia que hace que el fútbol sea el deporte más hermoso. Un director de orquesta y un solista: si cada uno en lo suyo llega a ser la mitad de bueno que el Maestro, el fútbol e Independiente gozarán de buena salud.
Domingo 12/04/2020, 16:41:00
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FELICES PASCUAS AMIGOS DEL ROJO!!!
Domingo 12/04/2020, 18:34:53
247 Posts - 29 Puntos
Escrito por Hombre_de_ningun_lugar

FELICES PASCUAS AMIGOS DEL ROJO!!!
Felices pascuas amigo !!
Domingo 12/04/2020, 20:32:43
649 Posts - 1012 Puntos
Lamentablemente, en el futbol actual, los enganches tuvieron que resignificarse para encontrar un lugar en la cancha. Los sistemas tácticos utilizados por los entrenadores los terminaron empujando a frecuentar responsabilidades distintas a las de un clásico conductor.
El costo de esta pérdida se ve con claridad: los equipos tienen severos problemas para elaborar juego. Porque no es que pasaron a retiro los enganches y ahora se juega mejor. Esa ausencia no se logró reemplazar con otras presencias quizás más generosas en el despliegue o más atentas para el retroceso defensivo. Esa ausencia no promovió mejores condiciones para abastecer a los delanteros. Por el contrario; los perjudicó. Porque el pase ofensivo claro y desequilibrante no es una cualidad que cualquier volante o mediapunta puede expresar.
El freezer al que fueron destinados los enganches, si acercó algo en particular fue una confusión descomunal. Con este criterio si Bochini, (como Riqielme, Alonso, Gallardo, por citar algunos casos) hubiera surgido hoy, los técnicos le habrían recomendado dejar de lado su convicción de iluminar con su fútbol a un equipo. Hablar de un despropósito sería suave. Modernizar el fútbol no significa arrojar a los enganches por la ventana. Esa decisión revela una actitud dogmática. Y el fútbol siempre superó cualquier dogma
Domingo 12/04/2020, 21:01:33
54717 Posts - 20172 Puntos
Escrito por Hombre_de_ningun_lugar

FELICES PASCUAS AMIGOS DEL ROJO!!!
Domingo 12/04/2020, 21:11:57
4862 Posts - 1076 Puntos
Felices pascuas amigo Rojo!!!!

Muy buena descripción 👏👏👏👏
Domingo 12/04/2020, 23:16:08
18077 Posts - 5764 Puntos
Escrito por Jlf

Lamentablemente, en el futbol actual, los enganches tuvieron que resignificarse para encontrar un lugar en la cancha. Los sistemas tácticos utilizados por los entrenadores los terminaron empujando a frecuentar responsabilidades distintas a las de un clásico conductor.
El costo de esta pérdida se ve con claridad: los equipos tienen severos problemas para elaborar juego. Porque no es que pasaron a retiro los enganches y ahora se juega mejor. Esa ausencia no se logró reemplazar con otras presencias quizás más generosas en el despliegue o más atentas para el retroceso defensivo. Esa ausencia no promovió mejores condiciones para abastecer a los delanteros. Por el contrario; los perjudicó. Porque el pase ofensivo claro y desequilibrante no es una cualidad que cualquier volante o mediapunta puede expresar.
El freezer al que fueron destinados los enganches, si acercó algo en particular fue una confusión descomunal. Con este criterio si Bochini, (como Riqielme, Alonso, Gallardo, por citar algunos casos) hubiera surgido hoy, los técnicos le habrían recomendado dejar de lado su convicción de iluminar con su fútbol a un equipo. Hablar de un despropósito sería suave. Modernizar el fútbol no significa arrojar a los enganches por la ventana. Esa decisión revela una actitud dogmática. Y el fútbol siempre superó cualquier dogma
Que los técnicos prescindan de ellos no significa que los enganches hayan desaparecido, ya que siguen naciendo jugadores que naturalmente tienen esas cualidades técnicas. El problema es que ahora les hacen cumplir otra función. En inferiores también les inculcan otros conceptos para convertirlos en jugadores más completos, lo cual a priori no está mal. El problema es cuando esos nuevos conceptos desplazan ese talento natural que los formadores deberían potenciar.

Tampoco es que los técnicos prescindan de los enganches necesariamente por tener una vocación defensiva. Por el contrario, algunos los dejan de lado en favor de un fútbol más vertical y vertiginoso, definiendo a lo "ofensivo" por la cantidad más que por la calidad de las llegadas al arco rival. De hecho con el ocaso de los enganches volvieron a tener protagonismo los antiguos wines, hoy llamados "extremos". Pero ya no está ese "10" que antes se soltaba para acompañar y asistir a los delanteros, hoy sustituido por la figura del interior izquierdo como un jugador más táctico y posicional.

Ultimamente también se puso de moda el 4-2-3-1, que intenta conciliar algunas de las contradicciones entre lo viejo y lo nuevo, con dos volantes de marca (el famoso doble-5), extremos por los costados y una especie de enganche o media punta por el centro detrás del único delantero neto. Lo que no me gusta de ese esquema es que termina siendo como un híbrido, donde los extremos no sólo deben atacar sino también defender, y no todos tienen vocación para ello. Además ha eliminado al viejo y querido "8", ese volante mixto que daba una valiosa mano en defensa, pero que también podía desdoblarse para contribuir en ataque. De hecho ese esquema ha adquirido bastante aceptación dentro de la hinchada roja, porque fue el utilizado en la última vuelta olímpica en el Maracaná. Pero yo le doy más peso a las características de los jugadores: una cosa fue ese esquema con Meza y Barco; y otra cosa fue el mismo esquema con Verón y Menéndez. Y no me refiero simplemente al nivel de los jugadores, sino precisamente a que los primeros tienen capacidades creativas mientras que los otros, extremos más verticales, carecen de ellas.

Yo por mi parte prefiero algo más simple, que en cierta forma se adapte a los requisitos tácticos actuales, pero que dé un poco más de lugar y libertad a los jugadores creativos y habilidosos. A mí me gusta el 4-4-2 con volantes con oficio por los costados, pero con un solo 5 de marca; el cuarto volante tiene que ser un creativo, que vendría a ocupar el lugar del antiguo enganche, jugando libre pero un poco más retrasado que en su versión clásica. Y también quiero un media punta desequilibrante que acompañe al 9 en la delantera, con libertad para moverse por todo el frente de ataque y sin responsabilidades defensivas. En realidad este tipo de jugadores se siguen utilizando en muchos equipos; mi objeción es que se los utiliza mal, porque la rigurosidad táctica les quita libertad y les impide hacer lo que mejor saben.
Lunes 13/04/2020, 07:30:39
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coincido con vos,el 4-4-2 es el "esquema"que mas me gusta pero la salvedad es que el famoso cuarto volante tiene que tener esa cuota de desdoblarse en cubrir el medio y tener gol, los grandes equipos tuvieron esos jugadores empezando por el nene commiso en river que era delantero y labruna lo reinvento en volante y luego el argentinos de la libertadores lo siguio usando,nosotros lo hicimos al reves:tanto el burru como insua despues,cuando aparecieron en primera se iniciaron jugando en posiciones defensivas y luego con jugadores como maranga-giusti y bianco-ludueña aparecian en toda la cancha formando ese cuadrado magico,otros que hicieron esa funcion a la perfeccion fueron morresi en river y alfaro en ñuls,pienso que fueron los maximos exponentes
Lunes 13/04/2020, 08:53:33
18077 Posts - 5764 Puntos
Escrito por Miamoresrojo

coincido con vos,el 4-4-2 es el "esquema"que mas me gusta pero la salvedad es que el famoso cuarto volante tiene que tener esa cuota de desdoblarse en cubrir el medio y tener gol, los grandes equipos tuvieron esos jugadores empezando por el nene commiso en river que era delantero y labruna lo reinvento en volante y luego el argentinos de la libertadores lo siguio usando,nosotros lo hicimos al reves:tanto el burru como insua despues,cuando aparecieron en primera se iniciaron jugando en posiciones defensivas y luego con jugadores como maranga-giusti y bianco-ludueña aparecian en toda la cancha formando ese cuadrado magico,otros que hicieron esa funcion a la perfeccion fueron morresi en river y alfaro en ñuls,pienso que fueron los maximos exponentes
Por supuesto, si el cuarto volante también puede aportar despliegue y gol, mucho mejor. Yo lo mínimo que exijo es que tenga cualidades creativas y que cuente con libertad para moverse dentro del mediocampo. Otros ejemplos más recientes serían Verón en Estudiantes y Belluschi en River. Gaibor en Emelec cumplía una función similar; luego no se adaptó a los esquemas rígidos de Holan, quien lo utilizaba como interior o, peor aun, como extremo.