Martes 23/05/2017, 08:48:08
Ciencia y religión: una dicotomía falsa
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Abro este tema para echar un poco de luz en este asunto que a mi entender suele estar infestado de mucha confusión e ignorancia. La ciencia y la religión constituyen una dictomía falsa, es decir, no se oponen ni pretenden llegar al mismo objetivo. Son disciplinas diferentes que no se contradicen ni se cruzan, por el simple hecho de que no buscan lo mismo. El propósito fundamental de la ciencia, en particular de las ciencias duras, es entender los aspectos vinculados al universo físico, obteniendo datos que se basan en hechos parciales y pudiendo sugerir diferentes interpretaciones según las evidencias halladas, las cuales están sujetas a una eventual refutación. Por otro lado, el propósito fundamental de la religión es enseñar valores que se adoptan por convicción y amor, promoviendo un estilo de vida cuyos frutos son buenos en sí mismos, y donde la fe en tal camino se fortalece con la experiencia. Por eso un científico que pretende refutar a la religión en verdad no entiende el verdadero propósito de la religión; así como un religioso que pretende refutar a la ciencia no entiende el verdadero propósito de la ciencia. Quienes pretenden mezclar ambas disciplinas no hacen más que contaminar sus conclusiones con conceptos ajenos a cada campo de estudio.
En verdad la religión, y en particular el cristianismo, se vincula mucho más con la filosofía que con las ciencias duras. Por caso, quienes pretenden desacreditar a toda la Biblia por considerar inválido el relato literal de la creación caen en un reduccionismo tremendo. El relato de la creación es solo una pequeña porción del texto bíblico cuya enseñanza esencial no pretende establecer una verdad científica, sino indicar que el propósito de Dios para con el hombre ha sido que éste viva feliz en la tierra. El propio Jesús, en cuyas palabras se basa el cristianismo, no vino para traer conceptos científicos sino enseñanzas de vida. El creacionismo bien entendido, más allá del mecanismo por el que surgieron todas las cosas, señala que de la mente surgió la materia y de la materia surgió la vida, en oposición al paradigma ateo que plantea que de la nada surgió la materia y de la materia surgió la mente. Ambas posturas, la cristiana y la atea, se basan en creencias personales y no en evidencias científicas. De hecho, la discusión de qué fue primero, la mente o la materia, es un planteo filosófico que trasciende a la religión. Dios mismo puede entenderse como un concepto filosófico que constituye la nada y el todo a la vez, siendo un ser invisible, inmaterial y atemporal, y la Mente que dio origen a todas las cosas o la llave de la existencia. Y si se entiende que Dios es el Creador del hombre, también se puede entender que la voluntad de Dios es el camino que lleva al hombre hacia la perfección, ya que nadie conoce al ser creado mejor que su Creador. Luego el ser creado toma sus propias decisiones, ateniéndose a las consecuencias de sus actos. Por lo tanto, un cristiano entiende que la Palabra de Dios es el camino que debe seguir si quiere corregir errores, e incluso descubrir errores que le son ocultos por falta de entendimiento.
Ciertamente este es un tema que debe ser abordado con una mente abierta. Es muy difícil hacer entender estas cosas a alguien que piensa que la religión es la causa de todos los males del mundo, cuando la maldad está presente en todos los ámbitos de la vida. Por caso, se supone que la política existe para mejorar la vida de las personas, pero tiene un efecto contrario cuando la misma es ejercida por hombres corruptos o que privilegian los intereses de una minoría acomodada. De la misma manera, debe entenderse que la religión existe para iluminar la vida de las personas, pero tiene un efecto contrario cuando la misma es usada como herramienta de dominación por hombres malos que tergiversan el espíritu del mensaje. Entonces uno mismo es responsable de mirar en qué camino anda, y no se debe caer en la inmadurez de excusarse por lo que otros hacen. Y yo no pretendo que el otro crea lo mismo que yo, pero sí que al menos entienda por qué creo en lo que creo antes de desestimar mis creencias.
En verdad la religión, y en particular el cristianismo, se vincula mucho más con la filosofía que con las ciencias duras. Por caso, quienes pretenden desacreditar a toda la Biblia por considerar inválido el relato literal de la creación caen en un reduccionismo tremendo. El relato de la creación es solo una pequeña porción del texto bíblico cuya enseñanza esencial no pretende establecer una verdad científica, sino indicar que el propósito de Dios para con el hombre ha sido que éste viva feliz en la tierra. El propio Jesús, en cuyas palabras se basa el cristianismo, no vino para traer conceptos científicos sino enseñanzas de vida. El creacionismo bien entendido, más allá del mecanismo por el que surgieron todas las cosas, señala que de la mente surgió la materia y de la materia surgió la vida, en oposición al paradigma ateo que plantea que de la nada surgió la materia y de la materia surgió la mente. Ambas posturas, la cristiana y la atea, se basan en creencias personales y no en evidencias científicas. De hecho, la discusión de qué fue primero, la mente o la materia, es un planteo filosófico que trasciende a la religión. Dios mismo puede entenderse como un concepto filosófico que constituye la nada y el todo a la vez, siendo un ser invisible, inmaterial y atemporal, y la Mente que dio origen a todas las cosas o la llave de la existencia. Y si se entiende que Dios es el Creador del hombre, también se puede entender que la voluntad de Dios es el camino que lleva al hombre hacia la perfección, ya que nadie conoce al ser creado mejor que su Creador. Luego el ser creado toma sus propias decisiones, ateniéndose a las consecuencias de sus actos. Por lo tanto, un cristiano entiende que la Palabra de Dios es el camino que debe seguir si quiere corregir errores, e incluso descubrir errores que le son ocultos por falta de entendimiento.
Ciertamente este es un tema que debe ser abordado con una mente abierta. Es muy difícil hacer entender estas cosas a alguien que piensa que la religión es la causa de todos los males del mundo, cuando la maldad está presente en todos los ámbitos de la vida. Por caso, se supone que la política existe para mejorar la vida de las personas, pero tiene un efecto contrario cuando la misma es ejercida por hombres corruptos o que privilegian los intereses de una minoría acomodada. De la misma manera, debe entenderse que la religión existe para iluminar la vida de las personas, pero tiene un efecto contrario cuando la misma es usada como herramienta de dominación por hombres malos que tergiversan el espíritu del mensaje. Entonces uno mismo es responsable de mirar en qué camino anda, y no se debe caer en la inmadurez de excusarse por lo que otros hacen. Y yo no pretendo que el otro crea lo mismo que yo, pero sí que al menos entienda por qué creo en lo que creo antes de desestimar mis creencias.