CREAR TEMA

Escrito por go let it out

La última vez que hubo un cambio en el orden del mundo fue a base de dos guerras mundiales que entre el desarrollo de ambas dejaron un continente destrozado, casi 100 millones de muertos (puede que más o menos según qué cálculo se tome), la crisis económica global más grande la historia y que para colmo tuvo una de las pandemias más mortíferas de las que se tenga registro y, para ponerle la cereza al postre, culminó con dos bloques gigantescos amenzándose mutuamente durante décadas con volar todo con su armamento nuclear.

No sé, capaz los cambios en el orden mundial requieran más que una pandemia como esta, ¿no? Ni hablar del hecho de que ya hubo en la historia enfermedades que atravesaron todo el mundo y con un índice de mortalidad bastante mayor.

De hecho noto casi cierta euforia y hasta necesidad de que esto se convierta en un momento trascendental de la historia de la humanidad y no entiendo bien de dónde nace tanto deseo. Es como si se sintieran culpables o decepcionados por no haber tenido una guerra mundial o alguna peste que mate 1/3 de la población mundial y entonces buscan algo de eso para decir: "ah, nuestra generación tuvo el coronavirus".

Muy lúcido tu análisis, y en parte coincido; pero aun así creo que habrá un antes y un después de esto. Y no tanto por ser un desastre epidemiológico, sino porque en un mundo tan interconectado como el de hoy esto servirá para tomar conciencia de los peligros a los que estamos expuestos la humanidad. Claro que hubieron otras pandemias mucho más nocivas en términos de muertes; pero creo que nunca antes se vivió algo así con la economía mundial paralizada por un virus y prácticamente todos los países, en menor o mayor medida, viviendo en cuarentena. No quiero imaginarme lo que hubiera sido con una enfermedad mucho más mortal y con el mismo nivel de contagio. Tampoco hay que soslayar el hecho de que no hace mucho pasó algo similar (pero menos trastornador) con la gripe A.

Entonces, si los seres humanos queremos evitar una verdadera catástrofe mundial, quedarán dos opciones: exacerbar el nacionalismo, que cada país o continente se aísle del resto, lo cual no es nada práctico; o por el contrario, profundizar el globalismo, que la salud sea un asunto de agenda mundial y los ricos asistan a los pobres en tal sentido, porque no da lo mismo lo que pase fuera de las fronteras de cada país ni fuera de la casa de cada persona. En cierta forma esto también requerirá una economía más igualitaria a nivel global, porque ya no será negocio que un país poderoso explote los recursos de un país débil, si eso empobrece a la población local y la deja expuesta a la aparición de nuevas enfermedades.

Obviamente cuando esto pase el mundo seguirá girando, las cosas se irán acomodando, y las injusticias seguirán existiendo. Pero esto ha perjudicado a todos, tanto a nivel salud como a nivel económico, y ayudar al otro ya no sólo debería verse como una mera cuestión de empatía. Aun quienes se dedican a mirar su propio ombligo deberán tomar nota sobre lo que está aconteciendo. Con esto no pretendo decir que todo lo que vendrá será bueno, porque justamente la necesidad de controlar lo que pasa en todo el mundo puede servir como excusa perfecta para aumentar la intromisión externa en cuestiones soberanas de los países. Pero no pretendo predecir el mañana, simplemente analizo los efectos actuales y los potenciales efectos futuros. Supongo también que todo dependerá de cuánto tiempo se extienda esta situación y cuánto se tarde en encontrar una cura o un método de prevención eficaz. Cuanto mayores sean las pérdidas, seguramente mayores serán los cambios.