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CREAR TEMA

Viernes 03/04/2020, 19:17:36
4652 Posts - 1190 Puntos
Escrito por Hombre_de_ningun_lugar

Escrito por e pescau

Escrito por Hombre_de_ningun_lugar

Espero que esas imágenes no sean para mí, ya que además de cristiano soy ambas cosas: científico y rockero.

Hay un cuento que dice que cuando los científicos alcancen la cima de la montaña del conocimiento, para su asombro y desazón encontrarán allí a muchos teólogos que ya habían llegado mucho antes. Pero yo no creo que sea así. Más bien veo que hay dos montañas con diferentes conocimientos: una nos enseña a comprender el mundo material; y la otra nos enseña a comprender el mundo espiritual. El ser humano está en permanente contacto con ambos mundos; aunque algunos lo ignoran, pero no por eso son inmunes a sus efectos.

Y como decían los Beatles, en armonía con lo que enseñaba Jesús: "Al final, el amor que tomás es igual al amor que hacés."
Me extraña hombre! no existe la cima de la montaña del conocimiento (por mas que sea una metafora, justamente para que la misma funcione, debe aplicar sobre otro hecho concreto y fehaciente)

El mundo espiritual, no se comprende, por ende no se explica (que es lo que, por intereses particulares, las religiones pretenden hacer

El mundo espiritual es particular de cada persona. Es imposible que haya una religion, que siquiera puediese agrupar a dos integrantes que coincidan en sus creencias, siempre que no esten influenciados por un agente externo
Por supuesto que no existe la cima del conocimiento, o al menos no es alcanzable por el ser humano; de hecho uno llega a ser sabio cuando reconoce su propia ignorancia, al ver que cuando uno accede a más conocimiento también accede a más incógnitas. La metáfora de la montaña en realidad pretende decir que lo que los científicos buscan ya lo encontraron los teólogos hace mucho tiempo. Pero yo no creo que sea así, porque son dos búsquedas diferentes con aplicaciones diferentes; aunque hay científicos y teólogos que las confunden y las mezclan, guiados por egos personales más que por una sincera búsqueda de la verdad.

La comprensión del mundo espiritual no pasa tanto por la descripción de su naturaleza sino más bien por entender sus efectos en nuestra vida. Claro que la religión tiene sus dogmas, basados en los textos sagrados, pero no es que ser creyente se reduce a aceptarlos y punto. Precisamente esa suele ser la visión limitada desde afuera, por eso suelen detenerse en discusiones vanas sobre la existencia de Dios o la veracidad de los relatos bíblicos, sin poder ver todo lo demás que concierne a la fe. La espiritualidad va más allá de la metafísica o el misticismo; en verdad tiene que ver con cuestiones bastante accesibles para nosotros, como las relaciones interpersonales y la meditación de lo que es bueno o malo; cosas que de alguna manera todas las personas hacen en su diario vivir, pero muchos por falta de guía espiritual cosechan más frutos malos que buenos. Valores abstractos como el amor, la paz y la bondad también pertenecen a la espiritualidad, precisamente porque su existencia no es concreta o tangible, pero esos conceptos existen porque podemos experimentar sus efectos en nuestra vida y la de los que nos rodean.

Otro error común es creer que todos los que comparten la misma fe han perdido su individualidad y se han vuelto como estereotipos hechos en serie. Es otro de los temores de los incrédulos, pensar que la fe destruye la identidad, cuando en realidad nos enseña a descubrirla. Los hermanos en la fe seguimos el mismo camino, pero no por eso somos iguales unos a otros; por el contrario, nos fortalecemos mutuamente en nuestras diferencias. Pero tener fe demanda algo que se opone al sentido de autosuficiencia de los intelectuales: reconocer la bancarrota espiritual y la necesidad de la guía de Dios para corregir nuestros pasos. Para algunos esto es sinónimo de debilidad, pero en verdad es ser conscientes de nuestra debilidad, que suele ocultarse detrás de la soberbia de quienes se creen libres y fuertes, pero siguen siendo esclavos de sus errores.

La verdad que no coincido para nada. Como te dije hace mucho, cuando esta charla comenzo, concurri a un colegio catolico, salesiano (LEON XIII para ser especifico), desde los 6 hasta los 15 años, recibi los 3 sacrametos, butismo, comunion y confirmacion. Asisti a misa todos los viernes de esos 9 años en el colegio y los domingo de forma particular, estudie la biblia, toda la primaria y los 3 años del secundario que permaneci en ese colegio. Creia en dios, o por lo menos eso pensaba

Incluso aun habiendo ya salido de ese colegio, segui creyendo,......hasta que un dia , ni se porque me pregunte si realmente creia en todo eso que me habian contado, y te puedo asegurar que no fue facil hacerme cargo de que no. No fue como vos decis un acto de debilidad, todo lo contrario, fue un salto al vacio, pero fue el salto al vacio mas sincero y valiente que uno puede dar: hacerse cargo de lo que uno cree

No pretendo que cambies nada, solo me interesa escucharte, pero sinceramente hay algo que siempre me molesto de los creyentes, y es esa seguridad de estar en lo cierto y que todos los que estan por fuera de sus creencias estan equivocados, como vos expresas de forma muy explicita al decir " la soberbia de quienes se creen libres y fuertes, pero siguen siendo esclavos de sus errores."

Por eso al declararme agnostico, creo ser lo mas sincero que puedo conmigo mismo y al mismo tiempo dejar lugar para otras verdades

Por ultimo te digo que, en mi caso personal, me reconozco realmente mejor persona hoy, que los años que concurri a ese colegio y forme parte de la iglesia catolica
“Esos que la pierden y se quedan con los brazos cruzados no deberían jugar. Así era en el potrero, que fue para mí lo que el paraíso para otros”, repetía Sastre, como si se tratara de una declaración de innegociables principios.