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CREAR TEMA

Viernes 03/04/2020, 20:31:07
17894 Posts - 5735 Puntos
Escrito por e pescau

Escrito por Hombre_de_ningun_lugar

Por supuesto que no existe la cima del conocimiento, o al menos no es alcanzable por el ser humano; de hecho uno llega a ser sabio cuando reconoce su propia ignorancia, al ver que cuando uno accede a más conocimiento también accede a más incógnitas. La metáfora de la montaña en realidad pretende decir que lo que los científicos buscan ya lo encontraron los teólogos hace mucho tiempo. Pero yo no creo que sea así, porque son dos búsquedas diferentes con aplicaciones diferentes; aunque hay científicos y teólogos que las confunden y las mezclan, guiados por egos personales más que por una sincera búsqueda de la verdad.

La comprensión del mundo espiritual no pasa tanto por la descripción de su naturaleza sino más bien por entender sus efectos en nuestra vida. Claro que la religión tiene sus dogmas, basados en los textos sagrados, pero no es que ser creyente se reduce a aceptarlos y punto. Precisamente esa suele ser la visión limitada desde afuera, por eso suelen detenerse en discusiones vanas sobre la existencia de Dios o la veracidad de los relatos bíblicos, sin poder ver todo lo demás que concierne a la fe. La espiritualidad va más allá de la metafísica o el misticismo; en verdad tiene que ver con cuestiones bastante accesibles para nosotros, como las relaciones interpersonales y la meditación de lo que es bueno o malo; cosas que de alguna manera todas las personas hacen en su diario vivir, pero muchos por falta de guía espiritual cosechan más frutos malos que buenos. Valores abstractos como el amor, la paz y la bondad también pertenecen a la espiritualidad, precisamente porque su existencia no es concreta o tangible, pero esos conceptos existen porque podemos experimentar sus efectos en nuestra vida y la de los que nos rodean.

Otro error común es creer que todos los que comparten la misma fe han perdido su individualidad y se han vuelto como estereotipos hechos en serie. Es otro de los temores de los incrédulos, pensar que la fe destruye la identidad, cuando en realidad nos enseña a descubrirla. Los hermanos en la fe seguimos el mismo camino, pero no por eso somos iguales unos a otros; por el contrario, nos fortalecemos mutuamente en nuestras diferencias. Pero tener fe demanda algo que se opone al sentido de autosuficiencia de los intelectuales: reconocer la bancarrota espiritual y la necesidad de la guía de Dios para corregir nuestros pasos. Para algunos esto es sinónimo de debilidad, pero en verdad es ser conscientes de nuestra debilidad, que suele ocultarse detrás de la soberbia de quienes se creen libres y fuertes, pero siguen siendo esclavos de sus errores.

La verdad que no coincido para nada. Como te dije hace mucho, cuando esta charla comenzo, concurri a un colegio catolico, salesiano (LEON XIII para ser especifico), desde los 6 hasta los 15 años, recibi los 3 sacrametos, butismo, comunion y confirmacion. Asisti a misa todos los viernes de esos 9 años en el colegio y los domingo de forma particular, estudie la biblia, toda la primaria y los 3 años del secundario que permaneci en ese colegio. Creia en dios, o por lo menos eso pensaba

Incluso aun habiendo ya salido de ese colegio, segui creyendo,......hasta que un dia , ni se porque me pregunte si realmente creia en todo eso que me habian contado, y te puedo asegurar que no fue facil hacerme cargo de que no. No fue como vos decis un acto de debilidad, todo lo contrario, fue un salto al vacio, pero fue el salto al vacio mas sincero y valiente que uno puede dar: hacerse cargo de lo que uno cree

No pretendo que cambies nada, solo me interesa escucharte, pero sinceramente hay algo que siempre me molesto de los creyentes, y es esa seguridad de estar en lo cierto y que todos los que estan por fuera de sus creencias estan equivocados, como vos expresas de forma muy explicita al decir " la soberbia de quienes se creen libres y fuertes, pero siguen siendo esclavos de sus errores."

Por eso al declararme agnostico, creo ser lo mas sincero que puedo conmigo mismo y al mismo tiempo dejar lugar para otras verdades

Por ultimo te digo que, en mi caso personal, me reconozco realmente mejor persona hoy, que los años que concurri a ese colegio y forme parte de la iglesia catolica
Por lo que contás, tu experiencia con el cristianismo fue más bien ritual o ceremonial, cumpliendo diferentes pasos y adoptando dogmas, pero nunca ejerciendo la fe a partir de una verdadera comunión con Dios. Porque una cosa es creer en Dios como ser, como mero conocimiento intelectual, y otra cosa es entender sus propósitos y vivir conforme a la fe. Por eso insisto en que la fe no se construye por mera aceptación del dogma, sino por la experiencia de vida del cristiano. La diferencia es que unos procuran vivir según el camino de Cristo por amor, mientras que otros especulan y condicionan sus comportamientos a la existencia de premios y castigos. Luego algunos permanecen por miedo, y otros se van por incredulidad; pero ni los miedosos ni los incrédulos realmente han abrazado la fe.

De hecho, como conté anteriormente, yo también tuve una etapa donde me aparté de la fe y tomé una postura agnóstica en la búsqueda de la verdad. Yo no fui a colegios religiosos, pero sí me llevaron a una iglesia evangélica desde niño. Pero al finalizar mi adolescencia, cuando comencé la Universidad, también empecé a cuestionar mis creencias, precisamente porque no entendía cómo se aplicaban a mi vida. Pero volví al cristianismo cuando entendí que la fe no es la aceptación ciega de un dogma, sino abrazar un estilo de vida por amor y convicción, donde los frutos de esa vida confirman y fortalecen la fe.

Yo no pretendo negar que sos sincero en tus creencias; y seguramente habrás llegado a ser mejor persona si para vos el cristianismo significaba una carga y no una inspiración. Pero ser cristiano no se trata de creerse más bueno que los demás, sino más bien de reconocer que uno tiene errores, donde el desafío es entenderlos y corregirlos para edificarse como persona, y donde no sólo se requiere voluntad sino también oración y meditación. Precisamente ser cristiano es un camino constante de autosuperación, pero no para compararse con otros, sino con uno mismo.