Viernes 31/03/2017, 00:22:45
Peligros de ser un pajero.
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No se preocupe que no voy a hablar de usted, de ustes, ni de usted.
En 1716, el Dr. Balthazar Bekker publicó un panfleto sobre este "pecado atroz" de "auto-contaminación" titulado Onania, que advertía al lector que el autoabuso conduciría a:
Trastornos del estómago y la digestión, pérdida del apetito o hambre voraz, vómitos, náuseas, debilitamiento del sistema respiratorio, tos, ronquera, parálisis, debilitamiento del órgano reproductor hasta el punto de la impotencia, falta de libido, dolor de espalda, disminución de las capacidades intelectuales, pérdida de memoria, ataques de rabia, locura, idiotez, epilepsia, fiebre y finalmente suicidio.
Pero no es la única publicación...En el Diccionario Médico de 1745, el Dr. Robert James declaró que el onanismo era responsable de "los trastornos más deplorables y generalmente incurables.Otro libro médico, L'Onanisme, del médico Samuel-Auguste Tissot afirmaba que el semen era un aceite corporal esencial, que cuando se desperdicia a través de la masturbación causaba: ... una reducción perceptible de la fuerza, de la memoria e incluso de la razón; visión borrosa, trastornos nerviosos, todos los tipos de gota y reumatismo, debilitamiento de los órganos reproductores, sangre en la orina, alteración del apetito, dolores de cabeza y otros numerosos trastornos.Estos hombres no eran verduleros, eran científicos muy eminentes y respetables que trabajaban en la época de la Ilustración. No es sorprendente que estos puntos de vista aparentemente informados y científicos se volvieran tan omnipresentes en el siglo XIX que acabaran recogidos en el alarmista cuento de Le livre sans titre (El libro sin título).
[i]Mirad sus ojos, antes puros y brillantes; su brillo se ha apagado, una banda de fuego los rodea.
[/i]
No puede andar, sus piernas flaquean.
Sueños terribles perturban su descanso; No puede dormir.
[i]Le arde el pecho; tose sangre.
[/i]
[i]Sus dientes se pudren y se caen.
[/i]
Su antes maravilloso cabello se le cae como a un anciano, se queda calvo prematuramente.
[i]Está hambriento y quiere comer; la comida no permanece en su estómago.
[/i]
[i]Su pecho se colapsa; vomita sangre.
[/i]
[i]Su cuerpo entero se cubre de pústulas; es una visión horrible.
[/i]
[i]Una lenta fiebre le consume, le hace languidecer, todo su cuerpo arde.
[/i]
[i]Su cuerpo se agarrota completamente; sus miembros dejan de moverse.
[/i]
[i]Delira, se resiste a la muerte: la muerte es más fuerte.
[/i]
A los 17 años expira entre horribles tormentos.
En 1716, el Dr. Balthazar Bekker publicó un panfleto sobre este "pecado atroz" de "auto-contaminación" titulado Onania, que advertía al lector que el autoabuso conduciría a:
Trastornos del estómago y la digestión, pérdida del apetito o hambre voraz, vómitos, náuseas, debilitamiento del sistema respiratorio, tos, ronquera, parálisis, debilitamiento del órgano reproductor hasta el punto de la impotencia, falta de libido, dolor de espalda, disminución de las capacidades intelectuales, pérdida de memoria, ataques de rabia, locura, idiotez, epilepsia, fiebre y finalmente suicidio.
Pero no es la única publicación...En el Diccionario Médico de 1745, el Dr. Robert James declaró que el onanismo era responsable de "los trastornos más deplorables y generalmente incurables.Otro libro médico, L'Onanisme, del médico Samuel-Auguste Tissot afirmaba que el semen era un aceite corporal esencial, que cuando se desperdicia a través de la masturbación causaba: ... una reducción perceptible de la fuerza, de la memoria e incluso de la razón; visión borrosa, trastornos nerviosos, todos los tipos de gota y reumatismo, debilitamiento de los órganos reproductores, sangre en la orina, alteración del apetito, dolores de cabeza y otros numerosos trastornos.Estos hombres no eran verduleros, eran científicos muy eminentes y respetables que trabajaban en la época de la Ilustración. No es sorprendente que estos puntos de vista aparentemente informados y científicos se volvieran tan omnipresentes en el siglo XIX que acabaran recogidos en el alarmista cuento de Le livre sans titre (El libro sin título).
[i]Mirad sus ojos, antes puros y brillantes; su brillo se ha apagado, una banda de fuego los rodea.
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No puede andar, sus piernas flaquean.
Sueños terribles perturban su descanso; No puede dormir.
[i]Le arde el pecho; tose sangre.
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[i]Sus dientes se pudren y se caen.
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Su antes maravilloso cabello se le cae como a un anciano, se queda calvo prematuramente.
[i]Está hambriento y quiere comer; la comida no permanece en su estómago.
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[i]Su pecho se colapsa; vomita sangre.
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[i]Su cuerpo entero se cubre de pústulas; es una visión horrible.
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[i]Una lenta fiebre le consume, le hace languidecer, todo su cuerpo arde.
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[i]Su cuerpo se agarrota completamente; sus miembros dejan de moverse.
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[i]Delira, se resiste a la muerte: la muerte es más fuerte.
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A los 17 años expira entre horribles tormentos.