Escrito por Dani53Solo el hecho de cabecear aquellas pelotas Nro. 5 de cuero cocido a mano y mojada, era cosa de hombres y ni hablar de los arqueros que tenian que pararla con guantes de mierda...
Por Dios, que equipazo, mi viejo lo disfruto y se llenaba la boca contando sus hazañas.
Bello, Lecea y Coletta.