Estudiantes derrotaba 1-0 a Independiente y celebraba la victoria, pero no contaba con el amor propio de este equipo: sobre el final, con una enorme jugada de Lucas Pusineri, Germán Denis clavó el empate y estiró a siete la racha de partidos sin perder. De esta manera, el ”Rojo” quedó lejos de la punta (a seis unidades), aunque bien posicionado para ingresar a la Copa Sudamericana.
Era la última chance. Visitaba justamente al puntero, que le llevaba seis puntos, sabiendo que sólo quedaban 12 por disputarse, por lo que no quedaba otra que ganar. Sin embargo, diezmado por la baja de Daniel Montenegro, su as de espadas, el equipo de Claudio Borghi se plantó en el estadio Municipal de La Plata con un planteo cauteloso que hizo que Estudiantes lo tenga a maltraer y contra las cuerdas durante gran parte del partido.
Por el ”Rolfi” jugó Freddy Grisales, quien estuvo realmente lejos de actuar de ”Montenegro”. El colombiano fue uno más de la poblada línea media de Independiente y así Germán Denis, quien no pudo entrenar con normalidad en la semana por una fuerte contractura, estuvo muy aislado todo el primer tiempo y buena parte del segundo.
En aquella primera etapa, Independiente estuvo totalmente partido y tirado atrás, y Estudiantes, comandado por un genial Juan Sebastián Verón, lo arrinconó y pudo haberse puesto en ventaja si hubiese aprovechado alguna de las tantas chances que tuvo. El ”Rojo”, en cambio, no llegó ni siquiera una vez.
En el complemento, cuando todavía se estaban acomodando, Sergio Pezzotta no vio un claro offside de Diego Galván, quien fue derribado por Fabián Assmann dentro del área, y sí cobró penal. Verón se hizo cargo de la ejecución y la cambió por gol, a los cinco minutos, modificando el destino del partido.
Borghi acusó recibo y mandó a la cancha todo lo que tenía: Cristian Ledesma e Ismael Sosa ingresaron por Gastón Machín y Ricardo Moreira, pasando así a atacar con tres puntas. A partir de ese momento, 15 del segundo tiempo, Independiente se hizo dominador del juego.
Con más garra que fútbol, el equipo de Borghi fue arrinconando al ”Pincha”, aunque sin encontrar la claridad suficiente para crear situaciones, salvo un cabezazo de Pusineri que Moreno y Fabianesi despejó sobre la línea.
Sin embargo, cuando faltaban pocos minutos para el pitazo final, y mientras los hinchas locales celebraban a cuenta, Pusineri tomó la lanza, asistió a Denis y el ”Tanque”, con una gran definición, marcó el 1-1 que sería definitivo. Sobre el cierre, Independiente tuvo una más con un tiro libre al borde del área que ejecutó el retornado Sebastián Carrizo y que nadie llegó a desviar.
Lograr el Torneo Clausura ya es una utopía. A seis puntos de los líderes, River y Estudiantes, y con Boca, San Lorenzo y Vélez por encima, cuando sólo restan disputarse nueve puntos, los objetivos que le quedan a este equipo son dos: meterse de una vez por todas en la Copa Sudamericana y ganar el clásico de Avellaneda, quizás el último por un largo tiempo.
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