Diego Rodríguez Berrini está recuperando el nivel que supo demostrar el año pasado. Después de la lesión su ritmo futbolístico bajo muchísimo, pero con el correr de los cotejos comenzó a revertir su situación. En el segundo tiempo con Banfield se mostró muy firme y dominó el mediocampo.
Si bien su compañero Jorge Ortiz tuvo un encuentro bastante flojo y no lo acompañó demasiado, Torito demostró más solidez a la hora de interrumpir los ataques del equipo rival. El uruguayo dio 33 pases correctos, tres incorrectos, convirtió cuatro faltas y no disparó al arco. Concluyó un partido más que aceptable, conociendo sus últimas actuaciones.
Los hinchas de Independiente esperan que retorne a su máxima expresión, que le dará variantes al entrenador. Parece que la camiseta número 5 de Rojo volvió a ser suya, pero habrá que seguir observando si su rendimiento se mantiene, ya que va a ser fundamental para poder pelear el campeonato.