Por primera vez en lo que va del campeonato, Independiente logró revertir un resultado adverso. El último partido había sido con Patronato, también en Avellaneda, pero con Mauricio Pellegrino en el banco.
Es difícil pensar que Independiente no revertía partidos que arrancaba perdiendo, pero así era últimamente.Desde que comenzó el torneo, el Rojo no podía dar vuelta los partidos que arrancaba abajo. Lo más cerca que ha llegado a estar el equipo fue en partidos como con Tigre o con Estudiantes, en los que apenas pudo llegar al empate. Sin embargo, y justo ante Huracán (uno de los equipos que más ha sufrido a los de Avellaneda a lo largo de su historia), Ezequiel Barco (desde los doce pasos) y Walter Erviti se encargaron de revertir un partido que había arrancado ganando el Globo con un gol en contra de Emmanuel Gigliotti.
El último duelo que Independiente pudo ganar luego de empezar perdiendo había sido con Patronato, por el Torneo Transición 2016. También en el Libertadores de América, el conjunto entrerriano derrotaba a los entonces dirigidos por Mauricio Pellegrino con un tanto de Mauricio Carrasco. Sin embargo, Patricio Loustau cobró un penal sobre el cierre del primer tiempo que Germán Denis cambió por gol. En el complemento, Víctor Cuesta puso cifras definivas con un excelente cabezazo.
Para cerrar, y aunque parezca increíble, ambos partidos tienen dos cosas en común aparte de la localía: En ellos, el Rojo empató desde el punto de penal y lo terminó ganando de cabeza. ¡Increíble!
