Independiente volvió a jugar mal y apenas empató ante Gimnasia La Plata, que lucha por no descender, por 1-1. El equipo de Claudio Borghi se había puesto en ventaja por medio de Leonel Núñez casi a la media hora de juego, pero Franco Niell empató ni bien comenzado el complemento y luego, con Damián Ledesma expulsado, el “Rojo” la pasó muy mal. Y ahora se viene Boca. Complicado…
Ya es preocupante. Otra vez, ante un rival teóricamente inferior, Independiente exhibió un nivel bajísimo en casi todos sus elementos, no mostró una idea clara de juego y empató sólo gracias a la impericia de un Gimnasia que despilfarró cuatro chances clarísimas de gol en el complemento.
Pese a que arrancó con la tenencia del balón, y a que logró ponerse en ventaja a los 25 con un remate lejano de Leonel Núñez, Independiente no dio nunca la sensación de estar convencido a qué jugaba y fue cediendo, con el correr de los minutos, la iniciativa a un rival que parecía totalmente inofensivo.
Parecía, porque a los dos minutos del complemento, el chiquito Franco Niell se coló en la defensa y puso un empate que desmoronó por completo al equipo de Claudio Borghi. A partir de ese tanto, Independiente lo único que hizo fue ocupar los espacios en la cancha. Para colmo, por una falta a Ignacio Piatti, Damián Ledesma se fue expulsado y el rival se agrandó.
El entrenador intentó cambiar el rumbo haciendo ingresar a Darío Gandín y a Federico Higuaín, pero la tarea de los dos refuerzos fue muy pobre, al igual que la del resto de sus compañeros. Montenegro no aparece, Pusineri y Ledesma ya no son los dos “pulpos” que insinuaron ser, Fredes no dio soluciones por derecha, Mareque estuvo errático… Núñez, con sus ganas, y los dos centrales, Gioda y Rodríguez, son los únicos jugadores de campo que se salvaron del incendio.
Nuevamente: si Independiente empató es por las limitaciones de Gimnasia. Pero Boca, rival adverso si los hay para el “Rojo” en estos tiempos, no perdona. Por el parate de las Eliminatorias, Borghi tendrá 15 días para trabajar de cara a ese encuentro. Esperemos que el tiempo ayude al entrenador y a los jugadores para bajar las revoluciones y enderezar el rumbo. Estamos con ustedes. No nos decepcionen.
