Independiente le ganó 2-1 a Flamengo en la primera final de la Copa Sudamericana. Comenzó perdiendo al minuto 7, pero Emmanuel Gigliotti y Maximiliano Meza lo dieron vuelta. Ahora, a Río de Janeiro para mantener y traer el título continental.
En Avellaneda, Flamengo le presentó un partido bravo a Independiente. El encuentro había arrancado con algunas llegadas del Rojo, pero los brasileños cada vez que llegaban, insinuaban y generaban jugadas peligrosas. Tal es así que, a los siete minutos del primer tiempo, un tiro libre y un cabezazo certero bastaron para darle la ventaja transitoria a la visita. Si, otra vez le hicieron un gol por arriba al Rey de Copas.
Sin embargo, el Diablo no se quedó atrás. Consciente de que era local y jugaba una final, Independiente empezó a arrinconar al Mengao y, a los 28 minutos de la primera parte, una gran jugada colectiva culminó en los pies de Emmanuel Gigliotti, que abrió la derecha y la puso contra el palo. 1-1 y estallido en el Libertadores de América.
En el complemento, se llevó el triunfo. El Rojo arrancó para llevarse por delante a Flamengo en la segunda parte. A los siete minutos, Ezequiel Barco se escapó por la izquierda, levantó la pelota para Maximiliano Meza y el volante, con una volea bárbara, anotó un golazo que valió el 2-1 para el local. En las tribunas, solo había lugar para el delirio.
El resto del partido, fue más de lo mismo. Con llegadas de ambos lados, Independiente logró compensar las chances que no concretaba aguantando las embestidas de los brasileños, mientras Mario Díaz de Vivar cobraba faltas inexistentes a favor de la visita. Al final, con el pitazo del árbitro, todas las tribunas se unieron con cantos tanto para los jugadores como para el cuerpo técnico. ¿Y ahora quién le saca la ilusión al Rey de Copas?
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