El DT de Independiente, Omar De Felippe, decidió que el plantel tenga dos días libres para relajar los músculos y las tensiones. Se viene el cierre de la primera etapa del torneo y la hora del balance.
Fueron 41 jornadas de trabajo sin parar. La cantidad de partidos tan seguidos que tuvo el plantel provocó que el entrenador dispusiera que no haya descanso, entre medio de los diferentes compromisos. Es que la realidad del equipo no da para dejar ningún detalle librado al azar.
Sin embargo, tras el empate sin goles en Florencio Varela ante Defensa y Justicia, y aprovechando el feriado nacional, Omar De Felippe dispuso que sus dirigidos tengan dos días de descanso. Sí, 48 horas para relajar los músculos y esa tensión que sale a relucir cada vez que la pelota comienza a rodar por los puntos.
En definitiva, el Rojo volverá al entrenamiento este martes con la tranquilidad de contar con Cristian Tula y Claudio Morel Rodríguez, salvo algún imprevisto, y con la preocupación de recuperar a Gabriel Valles y a Mancuello. El primero sufre un esguince en el tobillo izquierdo, mientras que Mancu padece una ciatalgia.
En la mira próxima estará Instituto de Córdoba, que visitará el Libertadores de América este lunes, y, más tarde, el cierre de la primera etapa del Torneo de la B Nacional de visitante ante Patronato. Con el objetivo de quedar en zona de ascenso o entre los que pelean bien arriba, como expresó el DT, para encarar el sprint final y cumplir el objetivo de dejar al Rojo en el lugar del que nunca se tendría que haber ido.
