El capitán y figura de Independiente, Federico Mancuello, recibió por fin su merecida convocación a la Selección Argentina para disputar los amistosos ante El Salvador y Ecuador en Estados Unidos. Sin dudas, los pasados meses de Mancu marcaron un enorme progreso personal y le valieron este llamado a jugar con la Albiceleste.
El director técnico de Argentina, Gerardo Martino, ya lo venía elogiando: “Hoy, la mejor versión de un volante interior con llegada y gol sin ninguna duda es Mancuello. Empezaríamos a ver la primera gran injusticia a su convocatoria en la Selección, por lo menos en su corto plazo”. Y también marcó la clave para este merecido premio: “Su nivel es una cuestión prolongada desde el año pasado”. O sea: lo del nacido en Reconquista dejó de ser un simple pico de rendimiento y pasó a ser una realidad.
Los 12 goles en los últimos 23 partidos por torneo local -19 del campeonato pasado y 4 de este- demuestran un aumento exponencial en Mancu. Es más de medio grito -0,52- por partido. En total, tiene 20 tantos en 149 presentaciones en el Club. No hay mucho más que agregar sobre su enorme mejora goleadora desde la vuelta del Rojo a Primera División.
Siempre fue reconocido como un futbolista que transpiraba la camiseta. Que daba todo en su poder para defender los colores del club del que es hincha. Nunca se le negó la actitud. Fue, junto con Diego Rodríguez, vital para que Independiente volviera a Primera. Pero con la llegada de Jorge Almirón, pasó de la banda izquierda al medio y se transformó. Dejó de ser un jugador utilitario a ser un jugador determinante. Más allá de los goles. Pasó de ser un revulsivo a ser un líder. Tanto en el vestuario como en la cacha. No por nada es el capitán del Rojo. Fue la gran estrella en el pasado semestre en el medio local, y hasta se dio el gusto de hacer el tanto del triunfo en el primer clásico post ascenso.
Había muchas dudas a fin de año sobre el futuro de Federico. No sólo por un posible traspaso a Europa o Brasil, sino que había dudas sobre su nivel. Si ese nivel se mantendría alto o bajaría. Si ese nivel correspondía a un pico de rendimiento o a una evolución y evidencia de madurez. Ya con un par de meses entrados en este 2015, las dudas se despejaron, Mancuello se quedó en Avellaneda y su fútbol sigue en el mismo tono. Y es por eso, por su gol, voluntad, fútbol y regularidad, que será parte de la Selección Argentina.
