El coletazo del 3-1 sufrido con Lanús puede ser peor que la caída misma si Independiente no gana la Copa Maradona.
Pocas derrotas calan tan profundo como la que sufrió Independiente con Lanús. El Rojo quedó afuera de la Copa Sudamericana, que era una senda viable para jugar la Libertadores de 2021 y, de yapa, entraba en la Recopa y en la Suruga Bank. No se dio y ahora se verá obligado a ganar la Copa Maradona para no quedarse sin torneos internacionales.
¿Cómo es el panorama? Poco alentador, ya que el Diablo es el único equipo que perdió en su grupo y le quedan cuatro partidos, de los cuales dos son con Boca y River. Si quiere aspirar a ganar el certamen, deberá tratar de sacar al menos diez puntos de los doce que le quedan en juego, que se traducen en tres victorias y un empate.
De 2008 al día de hoy, solo hubo tres años en que el Rey de Copas no disputó absolutamente ninguna Copa internacional, que fueron 2009, 2013 y 2014. ¿No resuenan estos últimos dos años? Si, exactamente, coinciden con el momento deportivo más duro de la historia del más grande.
Para hacer un breve repaso, el Orgullo Nacional disputó la Sudamericana en 2008 (quedó eliminado con Estudiantes), 2010 (salió campeón), 2011 (se fue con Liga de Quito), 2012 (cayó con Universidad Católica), 2015 (quedó afuera con Santa Fe), 2016 (lo sacó Chapecoense), 2017 (la volvió a ganar), 2019 (no pudo con Independiente del Valle) y 2020, cuando pierde con Lanús. Ahí, ya tenemos nueve años.
Además, Independiente también disputó la Copa Libertadores en 2011 y 2018, siendo que en la primera quedó eliminado en fase de grupos y en la segunda fue derrotado por River. En los mismos años también jugó la Recopa con Internacional y Gremio, los dos de Porto Alegre, cayendo en ambas situaciones, y la Suruga Bank, siendo que la primera la perdió con Júbilo Iwata y la segunda la ganó frente a Cerezo Osaka.
Los únicos años que faltan, además de 2009, son 2013 y 2014, los mismos en que la institución sufrió la peor caída de su historia y luego retornó. Mientras tanto, los dirigentes siguen esquivando culpas con tal de no reconocer el presente magro de Independiente. ¿Hasta cuándo?
