Independiente sumó de a tres tras ganarle 2 a 0 a San Martín de San Juan en el Libertadores de América. Se puso en ventaja a los 5 minutos tras un cabezazo de Sergio Ojeda y el “Pocho” Insúa liquidó en el segundo tiempo tras una contra y una buena habilitación de Facundo Parra. En el primer tiempo no le cobraron otro penal increíble…
Había que ganar por historia, por presente, por la obligación de la tabla de posiciones y, sobre todo, por una cuestión moral. Independiente no puede seguir penando en esta divisional y por eso De Felippe decidió volver a buscar la alternativa de los que atacan por naturaleza. Así, el equipo salió con Matías Pisano, Federico Insúa, Daniel Montenegro y Facundo Parra.
Claro que el mediocampo en contención estaba despoblado, ya que sólo lo habitaban Marcelo Vidal y Federico Mancuello. Sin embargo, ambos se desdoblaron y recibieron mucho apoyo de los cuatro de arriba. Sinceramente se vio un equipo solidario y con la pelota en los pies supo dañar a su rival.
Hay que mencionar que rápidamente abrió el marcador de pelota parada, algo que seguramente lo ayudó. Además condicionó la idea de su rival. Ahí, más allá del marcador, comenzó a ganar Independiente. Tiro de esquina, gran centro y mejor elevación de Sergio Ojeda para clavar un testazo al ángulo más lejano del arquero Ardente.
Iban 6 minutos, el Rojo rompía varias barreras y comenzaba a manejar las acciones. Si bien durante todo el primer tiempo le faltó profundidad, más allá de algún remate de afuera, el local terminaba siempre en el centro inofensivo.
En el complemento, Independiente pareció entrar dormido. San Martín de San Juan quiso adueñarse de algo que nunca tuvo en el primer tiempo, la pelota. Sin embargo, ahí apareció Pisano, Insúa y Vidal. Entre los primeros dos comenzaron a juntarse a puro toque. El Toro se acomodó en el mediocampo y de ahí cortó, jugó e hizo jugar.
Así fue que de a poco el Rojo comenzó a preocupar la última línea del visitante. Y, de tanto ir… llegó el segundo gol. Error de los sanjuaninos en el mediocampo, Parra dominó en un movimiento y en el otro habilitó al Pocho, quien enfrentó a Ardente y definió de manera exquisita. Independiente ahí marcó una gran diferencia.
A partir de ahí, el Rojo bajó un cambio. Se cerró atrás y se escudó en el cerrojo que construyeron Ojeda, Jorge Figal y Vidal. Claudio Morel Rodríguez y Gabriel Valles por los laterales más el apoyo en la parte alta que ejercían Parra e Insúa hicieron que San Juan nunca pudiese poner en peligro el triunfo local.
Independiente, así le regaló a sus hinchas un triunfo de principio a fin. Por momentos jugó bien y mereció la diferencia. Aún presenta dudas en la zona defensiva cuando la pelota viene de alto. Es un punto que sí o sí tiene que trabajar De Felippe. Mientras, ganar da espacio para lograr el objetivo del ascenso que en esta realidad hay que conseguirlo como sea, cueste lo que cueste.
