El Manager analiza dar un paso al costado y, durante lo que estuvo en el cargo, aún se desconoce su importancia en el armado del equipo.
En Independiente, las situaciones raras y desprolijas están a la orden del día, sobre todo en los últimos dos años. Una de ellas fue la designación y ahora posible partida de Jorge Burruchaga, que llegó sin un proyecto y ahora fue desacreditado por la misma dirigencia que lo había contratado en marzo.
Para recapitular, el ex futbolista fue presentado como Manager a pocos días de que inicie la cuarentena en el país. La designación de alguien que se haga cargo del fútbol ya había tomado fuerza en reiteradas ocasiones, pero como suele suceder, siempre se enfriaba con el correr del tiempo y al final no sucedía nada.
Esta opción se había barajado durante, al menos, un mes luego de la salida de Sebastián Beccacece. Hasta se llegó a hablar de Diego Forlán y la Comisión Directiva daba indicios de que iba a contratar a alguien, pero no lo hizo y en diciembre fue presentado Lucas Pusineri como nuevo entrenador.
Sin embargo, los malos resultados no tardaron en llegar con el entonces flamante director técnico. Luego de la derrota con Racing, el equipo cayó en un pozo y Pusineri, que en un principio era aprobado, era visto de reojo. Entonces, se reflotó la idea del Manager. ¿Casualidad?
Los dirigentes habían tenido varias charlas con Daniel Montenegro para el cargo, quien afirmaba tener un proyecto. Aun así, de la noche a la mañana, firmaron con Jorge Burruchaga y tiraron por la borda todas las negociaciones con el Rolfi. Si esto último generó un choque fuerte, las primeras declaraciones de Burru fueron peores: “No tengo ningún proyecto aún, vengo a ayudar y trabajar”.
Lo desprolijo no solo radica en lo raro de la llegada de Burruchaga pese a las charlas con Montenegro, sino también en que el Manager llegó después del director técnico. ¿Cómo podría funcionar un proyecto si ambas partes no se ponen de acuerdo? Esa fue la primera duda, y así pasó.
En todos los meses que pasaron hasta que volvió el fútbol, el campeón del mundo con Argentina se dedicó, supuestamente, a hablar con los jugadores para que se queden. Sin embargo, solo Silvio Romero y Alan Franco lo hicieron, luego se fueron Cecilio Domínguez, Juan Sánchez Miño, Martín Campaña, Gastón Silva y Leandro Fernández.
Sobre los refuerzos, por su parte, llegaron Ezequiel Muñoz, Sebastián Sosa, Lucas Rodríguez y Federico Martínez, y solo el último lo hizo por expreso pedido del Manager. ¿Entonces qué es lo que realmente hizo Jorge Burruchaga?
En vano no estaba, de eso no hay duda. De hecho, mientras Independiente intentaba afianzarse en base a resultados positivos y los dirigentes ratificaban su confianza en el entrenador, Burruchaga lanzó: “Hace 45 años estoy en el futbol, cuando un entrenador viene mal y dicen ‘le renovamos la confianza’, ese dicho es en el próximo partido te echan”. ¿Era necesario?
Ahora, la Comisión Directiva está decidida a extenderle el vínculo al director técnico, algo que generó malestar en el propio Manager. Si la idea era que él se hiciera cargo del fútbol en el club, ¿entonces por qué los dirigentes no lo dejaron estar en la reunión con Lucas Pusineri?
En conclusión, probablemente Jorge Burruchaga podría haber hecho una mejor labor si hubiera sido contratado primero y luego hubieran ido por el entrenador, pero se vio supeditado por las decisiones de Pusineri y su labor en el club terminó siendo escasa o nula.
