El joven futbolista de Independiente no se escondió luego de su primera gran frustración y respaldó la intención del equipo de Gabriel Milito. “Tenemos que terminar bien arriba este año”, dijo.
Luego de dos meses donde todas fueron positivas, a Ezequiel Barco le llegó la eliminación de la Copa Sudamericana y confesó sus sensaciones: “Nos duele que el hincha esté triste, nosotros siempre queremos darle alegrías”. Además, expresó: “A pesar de la derrota, estamos en un momento muy bueno, tenemos que seguir ganando partidos para seguir arriba”.
En Gol de Vestuario, el rosarino admitió los pedidos que le hace el entrenador: “Milito siempre me pide que vaya para adelante, que gambeteé y haga mi juego”.
Finalmente, ante el empujón que recibió ante Sarmiento de Junín, Barco enfatizó: “No fue nada grave y estoy bien. Me golpeé la cabeza y la espalda, pero no me tuve que hacer estudios ni nada, fue el susto del golpe simplemente. No me pegué con ningún filo, habían colchonetas pero la chapa estaba al descubierto”.
“No fue con mala intención el jugador de Sarmiento, pero estuvo bien expulsado. Después Leandro Díaz me fue a preguntar cómo estaba antes de emprender la vuelta en el micro”, cerró el chico de 17 años.