El delantero habló sobre su ingreso ante Sarmiento, la confianza que le da constantemente Jorge Almirón y los murmullos de la gente: “Es imposible no escucharlo, en un estadio con 40 mil personas, pero yo le doy para adelante”.
Martín Benítez ingresó ante Sarmiento, y aún en el barullo, fue uno de los jugadores que más inquietó al conjunto rival, participando de la jugada del empate de Matías Pisano. En diálogo con InfiernoRojo Radio, Benítez habló sobre el partido: “Ayer estaba pesado. No jugamos como esperaba la gente y como se generó la expectativa durante la semana. El partido se vendió como si faltaran 2 fechas y estuviera definiéndose el campeonato. Y es al revés, esto recién empieza”.
“En la semana tratamos de estar tranquilos, de no guiarnos por el entorno para no hacernos la cabeza y todos tienen que entender que no se puede subestimar a ningún rival. Un sector del periodismo habló de este partido, durante la semana, como si arrancáramos 2-0 arriba y todos los partidos van a ser difíciles. Quisimos hacer nuestro juego, pero no se dio como contra Newell’s”, agregó.
El misionero se refirió a su ingreso y a los murmullos de la gente cuando tiene la pelota: “Yo trato de estar siempre preparado, para jugar cuando el DT disponga, donde él me diga. Uno siempre quiere que la gente lo aplauda, sobre todo de local. Me pasó cuando recién arranqué y es hermoso. Ahora me toca al revés y obvio que en un estadio con 40 mil personas se sienten los murmullos, pero yo le doy para adelante. Cuando te toca escuchar eso, tenés que hacerte más fuerte, pensar para adentro y seguir buscando la mejor alternativa, porque al fin de cuenta es uno quien decide adentro de la cancha. Tengo la confianza del DT, que me lo demuestra constantemente. Yo creo que este debería ser mi año. Lo siento así, me siento muy bien por dentro y en mi entorno”.
Por último, se refirió a la autocrítica que hizo el plantel este lunes, en el regreso a las prácticas: “Claro que no estamos contentos, empatando de local. Todos queríamos ganar, eso está claro. Ayer fue una experiencia nueva para muchos. Pero ellos sabían a que Club venía. La gente se entusiasma. Siempre hay charlas en el grupo, quedan adentro del vestuario y hacemos nuestra autocrítica”
