Ramón Díaz presentó la renuncia y la comisión directiva se apura para buscarle un reemplazante. Quien llegue se encontrará con los mismos jugadores que lograron el peor inicio de campeonato desde que se juegan los torneos cortos. ¿Es suficiente el cambio de DT?
Otra vez, historia repetida y con muchos de los mismos protagonistas. Luego de la derrota ante Argentinos Juniors – la cuarta consecutiva en el Clausura – Ramón Díaz renunció a la dirección técnica y, enseguida, la dirigencia evaluará a su reemplazante.
El que asuma el cargo no tendrá una tarea sencilla. Deberá sacar al equipo de la última posición y empezar a sumar puntos de manera urgente, pensando en la próxima temporada, en la que se irán los 68 puntos logrados bajo la conducción de Américo Gallego. Quedarán 43 puntos y los – pocos -27 conseguidos hasta ahora.
Para lograr con éxito su tarea, el próximo entrenador tendrá a disposición el mismo plantel que acaba de anotarse el record del peor arranque en torneos cortos. Un equipo que no transmite absolutamente nada desde el campo de juego.
“Es exclusivamente culpa mía”, dijo el riojano en su despedida, aunque sonó mucho más a discurso conciliador que a una declaración sincera. Porque, siendo claros, a Ramón se le pueden hacer muchas críticas, pero al final no es el quien entra a la cancha. Salvo los más jóvenes, a quienes se les tiene paciencia, el rendimiento del resto no justifica su ingreso al campo de juego.
Lo que seguramente se le puede reprochar a Díaz es la insistencia con algunos jugadores. No se explica por que razón utilizó hasta el hartazgo a Matías Defederico, a quién pidió expresamente que se quedara y aún no mostró estar a la altura. Lo mismo pasó, no ante Argentinos, con Osmar Ferreyra, que jamás justificó su contratación.
Si bien se celebra la apuesta por algunos juveniles, como Martín Benítez, Lucas Kruspzky y Patricio Vidal, difícilmente pueda entenderse porque, de la noche a la mañana, dejó de contar con Brian Nieva. Es lógica la confianza depositada en Ernesto Farías, pero cuesta encontrar una razón a la continua convocatoria de Facundo Parra. ¿O acaso es el goleador del equipo? Si hasta Leonel Núñez, de mal rendimiento, bajó a la reserva.
La partida de Ramón es un hecho, pero muchos de los grandes responsables de este fracaso seguirán, – algunos que, además, no tenían buena relación con el DT – al menos, hasta junio. En el receso deberá producirse un recambio importante y así, intentar equilibrar la balanza, a favor de Independiente.