Independiente arrancó el torneo con muchas ilusiones. Sin embargo, sobre 15 puntos sólo cosechó cinco. Para colmo no ganó el clásico de Avellaneda en casa, cayó ante River y sucumbió ante el puntero, Central.
El fútbol tiene estas cosas. Independiente, hace ya un tiempo que parece una fija. Arranca ilusionando, con resultados y buenos rendimientos, y se termina desinflando. Lo curioso es que para este torneo, la dirigencia le dio un salto de calidad al plantel.
Llegó Germán Denis. Se hizo el esfuerzo por Emiliano Rigoni, pedido por el entrenador y si bien se fueron Federico Mancuello y Matías Pisano, la pretemporada del Cebolla Rodríguez más Martín Benítez y Diego Vera parecían ser el camino esclarecedor para el título. O por lo menos para pelearlo hasta el final.
Bueno. Lejos de toda realidad. Los magros rendimientos individuales, las modificaciones tácticas en deterioro de todo lo bueno que se había hecho en el segundo semestre pasado, y un bajón pronunciado a nivel global provocaron un arranque nefasto.
Claro está que el triunfo ante Belgrano como local permitió respirar, pero ese día de lluvia torrencial, el Rojo jugó mal. Ganó por empuje y envión. Nada más. Después, igualó ante Godoy Cruz en Mendoza un reducto esquivo históricamente.
En la tercera fecha recibió a Rosario Central, puntero y mejor equipo de la actualidad. Si bien, pareció que el partido podía estar para cualquiera de los dos, una serie de errores y de deficiencias a la hora de ser preciso en ataque, trajeron como consecuencia el 2-0 en contra. Sí, caída en casa.
Al toque, a los pocos días, venía el clásico de Avellaneda. Partido especial e ideal para salir a flote. Sin embargo, otra vez el equipo no jugaba a nada. Pocas situaciones de gol y una identidad perdida. Claro que como la camiseta de enfrente ve la Roja y le agarra miedo, Independiente besó la victoria en el cierre, hasta que Lisandro López clavó una chilena hermosa para el empate final.
La quinta fecha, cerraba el primer tercio del torneo. Y, al final, fue deplorable. Alario faltando un puñado de minutos para la finalización del partido capturó un rechazo pobre del Ruso Rodríguez y lo cambió por gol para el 1-0 final. Así las cosas el Rojo sólo obtuvo 5 puntos sobre 15 posibles, está a 8 del puntero y si bien Pellegrino pidió 5 ó 6 fechas más para saber para qué está el equipo, el mote de “Candidato” parece haberle quedado enorme. ¿Lo podrán revertir?
