Luego de que Ernesto Farías errara el penal ante Newell’s en la primera fecha, Daniel Montenegro era una fija para reemplazarlo en la próxima ejecución. El Rolfi tuvo la clara oportunidad para abrir el marcador, pero se lo contuvo Agustín Orión. ¿Poca suerte o mala ejecución?
La discusión y las críticas justificadas – aunque algunas exageradamente agresivas – le llovieron a Ernesto Farías luego de la desastroza ejecución del penal ante Newell’s, en el Libertadores de América, en la primera fecha del Torneo Final. De haber convertido, el Rojo se hubiese puesto en ventaja a falta de 15 minutos para que termine el partido. El Tecla lo erró y luego los rosarinos definieron el triunfo a su favor con dos contraataques.
A partir de allí se instaló la polémica: ¿Por qué no lo pateó Daniel Montenegro qué estaba en cancha? La discusión se extendió varios días, en los medios gráficos, radiales y televisivos e hizo que todos los protagonistas se refirieran a la situación. “No tengo miedo a seguir haciéndolo, pero también está el Rolfi”, aseguró Farías. “Pateará el que mejor esté en ese momento, se decide en la cancha”, agregó Montenegro. “Tenemos dos buenos pateadores. El Tecla también puede errar”, añadió Gallego.
Luego de varias fechas, esta vez en el Clásico ante Boca, se volvió a presentar la oportunidad. A los 10 minutos el Rojo tuvo otra vez la situación para patear un penal y esta vez, sin Farías en cancha, el encargado fue Montenegro. El 10 se paró recto a la pelota, tomó demasiada carrera y cruzó el remate bajo, y anunciado, que Agustín Orión contuvo. Aquel penal hubiese significado que Independiente se pusiera arriba en el marcador desde el inicio, pero otra vez se volvió a fallar. La discusión de hace algunas fechas, al menos en lo concreto, parece haber quedado en desuso.
El Rolfi tuvo la oportunidad para abrir el marcador:
