Si algo ha tenido el hincha de Independiente en estos años, ha sido paciencia. Pero tras el amistoso de verano, la relación con algunos jugadores parece haberse quebrado.
La paciencia de los hinchas de Independiente parece haber llegado a un límite de hastío que se evidenció tras la derrota en el Clásico. Ningún dirigente, más allá de su cargo, podrá expiar las propias responsabilidades de la mala gestión deportiva y direccionar las culpas en los hinchas.
Tanto en la cancha, como con los que llegaron al hotel y el movimiento en redes seociales, se observó una bronca acumulada hacia ciertos jugadores. El 3-0 en el Clásico, aunque sea un amistoso de verano, desató el enojo generalizado.
En las últimas horas han salido eyectados Jorge Ortíz y Hernán Pellerano, pero se hace perceptible que para un gran grupo de hinchas pareciera no ser suficiente ¿Son signos de ciclos terminados o conclusiones apresuradas producto de la bronca inmediata?
La certeza parece estar, sí, en los que deciden los destinos futbolísticos. La gestión deportiva ha llenado el Club de jugadores que, evidentemente, no dan la talla y han sumado decepción tras decepción. A ellos sí, pareciera que se les dijo basta. La autoproclamada #GestiónMoyano, con Pablo Moyano a la cabeza de las decisiones futbolísticas ha dilapidado recursos en contrataciones de más de 40 jugadores los cuales – y pese a que el mensaje enunciado es totalmente antagónico – han pasado con más pena que gloria. Nombrarlos a todos carecería de sentido, pero claros son los ejemplos de Sergio Escudero, José Valencia, Emiliano Aguilera, Emiliano Papa, Claudio Aquino.
