En una nueva edición del duelo de Avellaneda, el Rojo igualó 0-0 con Racing.
Y llegó nomás, el duelo que esperaba Avellaneda. Una vez más, Independiente cara a cara con su eterno rival, aunque el duelo no estuvo a la altura. Más peleado que jugado, terminó en un tibio 0-0.
De arranque, Racing propuso y el Rojo esperó. Con un Johan Carbonero encendido, la Academia intentó explotar el lado de Federico Vera, que lo contenía como podía. La derecha, por el contrario, no era el fuerte de ellos.
Independiente estaba más apostado al contraataque y a aprovechar alguna pelota parada, pero ni eso. En los pocos tiros libres que conseguía el equipo, no lastimaba en profundidad, y Gabriel Arias apenas miraba.
Para colmo, el Rojo estaba impreciso y nervioso, y lo pagó Damián Pérez. De una pelota en el medio, David Martínez cabeceó hacia atrás y Baltasar Rodríguez se iba solo. El lateral, a sabiendas de lo que eso significaba, le tiró el cuerpo encima y lo sacó, por lo que Nicolás Ramírez le mostró la tarjeta roja.
Con uno menos, Independiente se trató de acomodar, pero no podía ante las embestidas del local. Sobre el final del primer tiempo, un cabezazo de Santiago Sosa se desvió en un compañero y le cambió el palo a Rodrigo Rey. A instancias del VAR, el juez cobró offside, y el encuentro siguió 0-0.
Para la segunda mitad, el Rojo cedió completamente las acciones. Conforme con el empate, apostó a una posible contra, y casi le sale. Adrián Spörle tiró un sombrero por la izquierda, tocó para Felipe Loyola, y el chileno jugó para Diego Tarzia. El juvenil probó con un zurdazo cruzado, pero la definición se fue ancha.
Con el correr de los minutos, el empate le quedó cada vez más cómodo a Independiente, con uno menos desde la primera parte. Rodrigo Rey, ante cada pelota que le quedaba, la cuidaba y tardaba de más, y el punto servía para no sufrir el golpe de una derrota en el clásico.
Sobre el final, encima, hubo una más. Federico Vera fue duro contra un rival, y como ya estaba amonestado, Ramírez le sacó la segunda. Con 9 el más grande.
Cuando el árbitro pitó el final, el empate le cayó bárbaro a Independiente. El equipo no pudo hacer pie, y encima terminó con dos jugadores menos. Ahora, con Godoy Cruz, el Diablo deberá conseguir la clasificación.