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Con la idea fija

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En incontables ocasiones los hombres recibimos sin inmutarnos las quejas femeninas acerca de las únicas dos cosas que en la mayor parte del día mantienen ocupadas nuestras neuronas, el fútbol y las minas.

Lo primero, obviamente, esta representado por nuestro querido Independiente. Lo otro por esa casi animal costumbre que tenemos los varones de clasificar a las mujeres en dos inmensos (por lo menos el primero) conjuntos llamados “le doy” y “no le doy”. Somos tan simples que solo con esas dos cosas nos entretenemos entre 12 y 18 horas por día. El resto, claro esta, son las que dormimos.

Pero ¿por qué hacer este “descomunal esfuerzo” si podemos juntar las dos y enfocar todos nuestros watts en un solo y machistamente universal pensamiento?

Vamos a tratar de hacerlo.

Para empezar hay que decir que tuvimos (el Bocha) a la mujer ideal, una fiel y culta lady de la puerta para afuera, la mejor madre y ama de casa adentro y la más caliente en la cama.

Pero… ¿Qué diríamos del actual plantel?

A la más bonita (el Rolfi), aunque algunos la tildan de poco fogosa, es sin dudas la más linda del curso.

Pero no la única, ya que hay otra que nos gusta mucho (Assman), aunque sea jovencita y tenga poca experiencia.

La nueva (Tuzzio) es una veterana que esta apetecible, pero que no conocemos bien todavía.

Esta la mina linda que se puso de novia mucho tiempo y por eso se alejó del grupo, pero ahora se peleó y esta en carrera de nuevo (Gioda).

También hay algunas que con su belleza reciben nuestras miradas pero decir que ya están para darles sería de viejo verde, ya que todavía son chicas para eso (Mancuello, Vittor y el Patito, entre otros).

“La Pusi” (Pusineri) ya no es lo que era hace unos años, cuando recibía los elogios de todos los que nos cautivábamos con lo fuerte que estaba. Pero algo baqueta y todo, sigue siendo gauchita y como siempre entrega todo la seguimos queriendo.

Hay dos (Ríos y Fredes) que si bien no son gran cosa, por momentos parecen lindas. Pero son de esas que te sacan la mano cuando uno quiere ponerlas debajo de la cintura y por esa razón nos dejan siempre con las ganas y terminan cansando.

“La Uruguaya” (Rodríguez) no es fea, pero es muy machona. Cuando uno se anima a encararla la encuentra escupiendo o eructando.

Algo parecido pasa con la que siempre anda con ella a su izquierda (Mareque) que siempre se manda alguna y no termina de convencernos.

Con una en particular (Nuñez) tuvimos demasiadas expectativas. Pero a pesar de que se fue un poco de caderas, si bajamos un poco las pretensiones y la miramos con una mejor cara le seguimos poniendo fichas.

Después siguen obviamente las que no llegaron temprano al reparto de belleza y por ende no fueron beneficiadas con ese don. Podríamos ser extremistas y decir “no le doy ni con una orden de un juez” o “no la toco ni con un rayo láser, o un chorro de soda”. Pero seamos sinceros, ¿quien alguna vez no le hizo honor al lema que reza “hay que hacer el bien sin mirar a quien” o al que dice “para salir campeón hay que ganarle a todos” y se comió un vulgarmente conocido bagre alguna vez? El que este libre de pecados que tire la primera piedra.

A pesar de no ser un justificativo hay ciertos contextos que facilitan ese comportamiento. Veamos…

En una noche de copas, después de las dos de la mañana a la morocha (Moreira) se la mira con otra cara.

“La flaca” (Sosa) prometía y llamaba la atención por lo rápida que era, pero desde que no le dio bola al Ruso, que se la trató de ganar con toda la guita que tiene, no pega una, aunque después de las tres ¿qué se yo?

“La Gordi” (Gandín) se va de boca (tanto hablando como comiendo) pero pasadas las cuatro ¿quien te dice?

La que vivía en Parque Patricios (Puertas), que también tiene, como diría Mollo, “su cadera con delay” puede disimular sus kilitos de más luego de las cinco de la mañana tranquilamente.

A “la Rosarina” (Ledesma) la tienen de un lado a otro, pero siempre se la llevan de última, cuando nos echan levantando las sillas y barriéndonos a los costados.

“La Colombiana” (Moreno) realmente nadie sabe quien la trajo ni por qué, pero tengo entendido que la vieron con un amigo antes de que lo internaran con un coma alcohólico tremendo…

Toda esta humorada y/o pavada es solo para tratar de arrancar con optimismo una semana especial para nosotros.

Así como remarco los errores de nuestra dirigencia, que lamentablemente son muchos, me veo en la obligación de decir también que nos acaba de dar un gusto. Esperábamos la vuelta de Gallego y por fin se cumplió. Nos escucharon (a pesar de haber buscado primero a Falcioni) y lo trajeron.

Aunque algunos digan que es fulera, hace rato tenemos la idea fija en los besos de los labios de “La Tola”.

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