Ante un Estudiantes plagado de suplentes y juveniles, el desastroso equipo que paró Américo Rubén Gallego se comió un baile de novela en el Ducó y cayó por 5-1. La gente estalló y se la agarró con todos, desde Julio Comparada hasta el entrenador. Preocupante.
Inexplicablemente, como si algunos futbolistas no demostraran semana a semana sus limitaciones jugando en sus puestos naturales, el entrenador decidió poner a Damián Ledesma de central, a Juan Caracoche de lateral izquierdo y a Ricardo Moreira como volante por derecha, plantando un sorpresivo 4-4-1-1 con el embarullado Hernán Fredes y Lucas Pusineri como mediocampistas de contención, y Daniel Montenegro arriba solo con Leonel Núñez, otra vez como punta de lanza.
El Rojo tuvo la primera a los 8 minutos, cuando Cristian Cellay pifió en un cierre y Núñez, de frente a Mariano Andújar y de sobrepique, no pudo abrir el marcador. Y el Pincha, en la primera que fue, marcó: centro, Federico Fernández la bajó y el uruguayo Juan Manuel Salgueiro no tuvo más que empujarla para poner el 1-0.
Independiente insinuó una tibia reacción que murió con el furioso remate de Leandro Gioda que se estrelló en el travesaño, porque después el equipo del Tolo se dedicó a dar lástima. Estudiantes manejó los tiempos y el balón a placer, ante un equipo sin fútbol, sin actitud, sin nada, totalmente entregado. ¿Y el DT rojo? Quiso cambiar la historia sacando a Moreira y poniendo a Darío Gandín, modificación que tampoco funcionó.
Así, a los 41 minutos, la flojísima defensa roja quiso tirar el off side y, obviamente, lo hizo mal, dejando solo a Fernández para que marcara el 2-0 que olía a golpe mortal para este equipo sin alma. Y como si fuera poco, a los 17 segundos de iniciado el complemento, sí, ¡a los 17 segundos!, Diego Galván remató de volea un centro de Salgueiro y estiró la ventaja pincha a tres.
Después Estudiantes, al que le salió todo bien, logró aumentar la cuenta a cinco con los goles de Maximiliano Núñez y Carlos Valencia, mientras que Independiente descontó por medio de Daniel Montenegro, el único jugador que intentó algo distinto, el único que está a la altura de las circunstancias, quien con el tanto llegó a la cima de la tabla de goleadores junto a José Sand y, de paso, a los 100 goles en torneos oficiales.
Sin embargo, el foco hacía rato se había trasladado a la tribuna, donde la gente que copó una vez más el estadio de Huracán estalló contra Julio Comparada, los jugadores y Américo Rubén Gallego. La tarde, que había empezado con sonrisas por la victoria de San Martín ante Racing, terminó en llamas y con la sensación de que si la situación no da un giro urgente, dentro de poco tiempo Independiente estará igual o peor que su vecino. Los hinchas lo entienden y no lo aguantan más. ¿Los demás se dan cuenta? Así vamos derechito al infierno…
La reacción de la gente
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