De Pizarrón: Lo perdió en el medio

El equipo de Mauricio Pellegrino perdió su primer encuentro y en gran parte fue por la escasa generación de juego en la mitad de la cancha. El entrenador dijo que la actuación en el primer tiempo contra Lanús fue tibia, y justamente él reemplazo a Jesús Méndez y a Jorge Ortíz para encontrar mejor trato con pelota dominada.

Hasta el partido por los octavos de final de Copa Argentina, Pellegrino no había utilizado a Julián Vitale junto a Ortíz y a Méndez, si no que rotó a los tres en una dupla central en la mitad de la cancha. El experimento no funcionó. Independiente tuvo más tiempo la pelota que el contrario, pero jamás supo qué hacer con ella, en especial en la primera etapa.

El ex Rosario Central, volcado a la derecha, no pudo ser el eje y dueño del equipo. Fue la sombra de aquel que días atrás se destacó contra Defensa y Justicia. Se lo notó claramente incómodo por la banda y no fue salida, preocupado por los ataques de Gonzalo Castellani y Nicolás Aguirre. Como si fuera poco, salió en el entretiempo por Matías Pisano, ya que nuevamente sumó una tarjeta amarilla.

Vitale tuvo un mal partido, en el cual perdió el balón en reiteradas ocasiones, se metió detrás del cinco rival y no pudo ser nexo entre la defensa y el ataque. A su vez, Ortíz intentó más que sus dos compañeros, pero tampoco alcanzó un nivel satisfactorio en sus funciones básicas. Ahí perdió el partido Independiente, en la mitad de la cancha, donde se lo vio más perdido que en el resto de los cotejos con Pellegrino como entrenador.

La prueba tuvo saldo negativo y será cuestión del director técnico re ordenar un centro del campo de juego que es clave para la consistencia y eficacia del Rojo. El equipo tuvo un partido chato en general, que encendió varias alarmas. Aún queda tiempo para modificar y mejorar, ya con una chance menos para llegar a la Copa Libertadores.