Desde el palco, Mauricio Pellegrino notó que para el segundo tiempo el equipo necesitaba modificaciones en el juego. A los 13′ del segundo tiempo decidió meter a Matías Pisano y a Claudio Aquino juntos, pero estos entorpecieron aún más el circuito y en conferencia el entrenador aceptó: “Ni con los cambios pudimos revertir”.
Lo dijo Pellegrino, metió a la cancha a dos futbolistas para que le den más despliegue al equipo de la mitad para adelante pero fueron totalmente contraproducentes. Pisano y Aquino no pudieron revertir el mal funcionamiento, pero además molestaron adentro del campo de juego y dificultaron el traslado rápido y limpio de la pelota.
En un partido donde los detalles marcaron la diferencia, el DT del Rojo falló en las decisiones y optó por un futbolista que está volviendo de una lesión y por otro que hace tiempo se equivoca más de lo que acierta. Son dos deportistas con habilidades y de buen pie, pero intermitentes y por eso no tienen un lugar entre los titulares. Aquino prácticamente no participó y cuando lo hizo, perdió la pelota. Pisano entró más activo, juntó rivales, pero se equivocó en la mayoría de sus decisiones.
Esta vez, no pudieron mejorar el apático fútbol del equipo. Sobre el descuento, entró Ezequiel Vidal, quien venía haciendo bien las cosas, pero poco pudo demostrar.
