Entre las más grandes preocupaciones que dejó el encuentro por Copa Argentina, quizás la mayor fue la falta de gol para superar a un rival que, a priori, parecía inferior. El delantero elegido por Jorge Almirón para enfrentar a Alianza de Coronel Moldes fue José Valencia, quien esperaba una oportunidad como titular, pero que ni siquiera pateó una vez al arco. ¿Está para jugar en Independiente?
El equipo generó diez tiros al arco en los 90 minutos, con dos disparos sacados en la línea por defensores rivales y uno de ellos terminó en gol. Cinco en cada tiempo. La primera jugada de riesgo nació a los 14 minutos, en los pies de Martín Benítez que asistió con precisión, de izquierda a derecha, a Gabriel Graciani, quien tocó al punto del penal y Lucas Villalba definió como si el gol ya estuviera hecho, pero se lo sacaron sobre la raya. Cinco minutos después, tras un tiro libre de Claudio Aquino, Benítez cabeceó provocando que el arquero del equipo cordobés tenga que volar y sacarla por arriba del travesaño.
Luego, en el primer tiempo, siguieron un cabezazo pésimo de Graciani, que salió a cuatro metros del arco, un disparo de Benítez desde 30 metros que pegó en un defensor y ni siquiera llegó al área, y un rodillazo de Mauricio Victorino tras un centro, que no inquietó a nadie. De Valencia, el centrodelantero, ni noticias. Nada en ataque, sólo pivoteos intrascendentes y duelos perdidos.
Con el comienzo de los segundos 45 minutos y la vergüenza deportiva, se creía que Independiente iba a ir a buscar el partido y torcer la historia, generando situaciones y convirtiendo goles. A los tres, Graciani disparó mordido desde afuera del área, generando un mínimo rebote en el arquero de Alianza, que luego despejó. Emanuel Aguilera se atrevió a patear un tiro libre, que terminó en la barrera. Con la entrada de Juan Martín Lucero, el Rojo consiguió dos llegadas más. A los 22′, en la única intervención positiva de Valencia, que desbordó y tiró un centro, el Gato cabeceó al lado del arco y el arquero le sacó una pelota excelente. La última fue la del gol, donde Francisco Pizzini tocó atrás, Lucero pateó otra vez sobre el punto del penal, se la sacaron en la línea y en el rebote Christian Ortíz cabeceó para el 1-1.
Con 10 aproximaciones, Independiente concluyó una noche espantosa, en la que su ‘9’ de área no generó ni una. Cuando José Valencia llegó al club se sabía que tenía poco gol, pero jamás se imaginó que rendiría de esta manera. Alarmante, preocupante, indefendible.
