Independiente jugó una pinturita ante Tigre y lo goleó 4-1, con dos de Daniel Montenegro, uno de Leonel Ríos y otro de Darío Gandín, en la mejor producción del equipo desde que llegó Américo Rubén Gallego.
El Rojo salió con todo a arrollar a su rival y en apenas tres minutos de juego ya había puesto en aprietos a Daniel Islas: Leonel Ríos presionó en la salida y recuperó la pelota, jugó para Lucas Pusineri y éste remató desde afuera del área obligando la buena intervención del arquero.
Antes de los diez, Daniel Montenegro envió un preciso centro y Leonel Núñez, en posición de “9”, cabeceó, pero tuvo la mala fortuna que la pelota se estrelló contra el palo del arco que defendía Islas, quien había quedado inmóvil ante la buena acción del atacante.
Acto seguido, Rolfi se escapó por derecha de la marca y entrando al área sacó un potente remate que otra vez salvó Islas. El Rojo era muchísimo más que su rival y merecía ponerse en ventaja. ¿Tigre? Nada de nada, sólo pelotazos para el movedizo Ezequiel Abregú, quien hacía su presentación en Primera División.
Pero de tanto ir, Independiente casi recibe un cachetazo que hubiera sido inmerecido: primero lo tuvo Norberto Paparatto de cabeza, más tarde Fabián Assmann se lució tapándole un disparo desde lejos a Sebastián Rusculleda y luego Pablo Jerez tardó en definir ante el arquero rojo.
Sin embargo, llegaría por fin la ventaja para Independiente. Pusineri recuperó en el medio y la tocó por arriba con Gandín, quien la aguantó ante la marca del rival y habilitó a un Ríos que vino de frente y sacó un furibundo remate que le rompió el arco Islas. Era el 1-0 en 34 minutos de juego.
Pese al gol, Independiente no cesó con su actitud ofensiva y lo tuvo nuevamente con una doble chance que se perdieron primero Núñez y luego Gandín, que desde una posición inmejorable la tiró por encima del travesaño.
Pero el Chipi tendría rápida revancha. Montenegro presionó en la salida de Tigre, recuperó el balón y se la dejó a Ríos, que con un exquisito pase habilitó a Gandín para que, con una buena definición, pusiera el 2-0 para el Rojo.
Como para dejar en claro que la actitud de Independiente no cambiaría en el complemento, a los dos minutos otra vez el equipo del Tolo estuvo cerca de marcar: Gastón Machín, de los mejores de la tarde, armó una buena jugada tras una guapeada de Gandín y Núñez, solo, quiso definir con clase y la tiro muy cerca del palo izquierdo.
A los 9, Ríos le dio un exquisito pase entrecortado a Núñez, que se escapó y envió un centro que Daniel Montenegro desvió de arremetida y puso el 3-0 que parecía liquidar el partido. Parecía, porque un rato después Carlos Luna aprovechó que Independiente había bajado el ritmo y marcó el descuento que le ponía suspenso a la tarde.
Pero al Rolfi no le gustan los fantasmas y sólo dos minutos después volvió a estirar a tres la ventaja.
Montenegro recibió un buen pase del recién ingresado Patricio Rodríguez y, tras dejar en el piso a Islas con un gran movimiento, puso el 4-1 que ya sería definitivo.
Fue una tarde en la que todo salió bien. La defensa no pasó casi sobresaltos ante un rival que, cierto, poco hizo en ofensiva, el medio fue una constante maquinaria de generar juego y los de arriba hicieron lo suyo, goles. Una victoria que invita a soñar con un futuro más decoroso y que lo ayuda al Tolo a, de una vez por todas, encontrar SU equipo.
