Tras la molestia de Cristian Tula ingresó desde el arranque del segundo tiempo el juvenil Jorge Nicolás Figal y su rendimiento sorprendió a muchos. Viene de la mano del que más sabe, Gabriel Milito.
Este plantel que recibió Omar De Felippe tenía muchos centrales y pocos laterales. Sin embargo, el bajón en el rendimiento, algunas lesiones y otros menesteres provocaron que el Selectivo de Gabriel Milito tenga que aportar uno de sus valores. Así fue que el juvenil central de 1.80m de altura ocupó un lugar en la zaga ante San Martín de San Juan.
Ya lo había hecho en Jujuy tras la molestia en Sergio Ojeda. Pero ante los sanjuaninos su rendimiento fue muy bueno. Ordenó una defensa que si bien no había padecido mucho, porque el equipo rival casi no atacó, en el complemento sí tuvo trabajo. Supo manejar los nervios y la responsabilidad, más aún porque su ladero en la zaga también tiene apenas un puñado de partidos jugados.
Dejó una imagen interesante. Cuando pudo salir jugando lo hizo con una calidad que a algunos sorprendió y a otros les dio miedo en la manera de arriesgar. Lo cierto es que a todos les arrancó aplausos. Y, cuando no pudo, no se complicó. Ganó de alto y anticipó con gran atino. Mostró solvencia y confianza en sí mismo. Dio solvencia y confianza a sus compañeros.
Sus referencias son buenas. Más aún si llegan de un experto en la materia como el Mariscal. Y, cuando tuvo que cubrir el puesto demostró que puede. Es un juvenil y habrá que entenderlo como tal. Se equivocará y tendrá aciertos. Es un momento complicado para cualquiera, pero habrá que llevarlo de a poco y a ayudarlo a crecer. Materia prima tiene y si está con Gaby por algo será. Por eso… denle pelota al pibe y a Milito.
