El Independiente de Ariel Holan demuestra una vocación defensiva llamativa, en donde todos los futbolistas se desdoblan por recuperar el balón.
Si bien ante Estudiantes de La Plata se registró la estadística de recuperación de pelota más baja en lo que va de la era Holan, Independiente se transformó en un equipo con carácter, con juego y lucha, metedor, desesperado por tenerla. En cuanto hay un error y posterior pérdida, los once futbolistas están abocados a conseguirla rápidamente para reiniciar los ataques.
La máxima cantidad de balones quitados fue 36 ante Vélez y luego 32 frente a Arsenal. Contra el Pincha y Atlético de Rafaela sólo fueron 20. En el último cotejo quienes más robos sumaron fueron Alan Franco y Emmanuel Gigliotti con cuatro cada uno. Martín Benítez, Ezequiel Barco y Emiliano Rigoni ayudaron con cinco en total. El resto se repartió entre los defensores.
Llamativamente quien no sumó fue Diego Rodríguez y su compañero Nery Domínguez sólo recuperó una pelota en la mitad de la cancha; lo que pinta de lleno lo que fue el mediocampo el último viernes. Más allá de esto, hay un nuevo espíritu que se contagia, apoyado por un evidente buen estado físico de los jugadores. El Rojo busca desesperadamente la tenencia y cuando la halla tiene ideas claras para sacarle provecho.
#Independiente │ “Nunca ignoraría aspectos que tengan que ver c/la voluntad. Correr es un acto voluntario, no de inspiración”, dice Bielsa. pic.twitter.com/AfgMVQyrrF
— Rodrigo Arias (@rolarias) 1 de mayo de 2017
