¿Cómo puede un equipo ganar sin tener la pelota durante 45 minutos? ¿Cómo puede un equipo ganar sin tener una sola idea durante 45 minutos? ¿Cómo puede un equipo ganar con el famoso “pum para arriba” durante 45 minutos?
¿Cómo puede un equipo jugar tan bien durante el 80% del partido y perder? ¿Cómo puede un equipo tener tantas chances de gol y embocar sólo una? ¿Cómo puede un equipo jugar tan lindo al “fulbo” y no irse festejando?
Ver para creer… Estas respuestas y más se dieron en el Tomás A. Ducó. Mejor dicho, estas preguntas se escucharon en las tribunas del estadio.
Si bien, la popular roja (créase o no) se levantaba con un grito de guerra cada vez que veía como sus jugadores iban al piso y corrían atrás de la pelota, también se deleitaba con el fútbol de los once del Globo. “Que baile nos están dando”, fue una de las frases más escuchadas. No obstante, al toque, se daba una que hiere pero que en estos momentos de sequía aparece muy seguido: “Hoy hay que ganar como sea”.
Es verdad, en el primer tiempo la esperanza de partido de parejo con gente en las dos mitades del terreno de juego fue posible. Hasta se podría decir que por haber asestado en los momentos indicados y demostrar potencia, el Rojo se fue con un triunfo aceptable. Pero sólo en el primer tiempo, ya que en el complemento hubo de todo: tacos, caños, pisadas, triangulaciones, desbordes y mucha confianza para crear fútbol del lindo, no así para definir. Menos mal.
El plantel del Rojo está contento con el triunfo, la hinchada también y lo demostró a los gritos. Sin embargo, el hincha que siente al club está preocupado. Huracán en el segundo tiempo lo bailó a Independiente literalmente. Lo pasó por arriba y por esas cuestiones del fútbol el resultado fue 2-1 a favor del Diablo.
La realidad muestra esto y qué mejor manera que explicarlo que con un diálogo entre un padre y su nene de apenas unos 8 años. El niño le cuestiona porque se va puteando si se ganó y el padre lo mira y con un gesto de cariño le dice: “Cuando seas más grande lo vas a entender”. Ha seguir trabajando.
