El Apertura 2002 fue inolvidable para el pueblo Independiente, aquella ilusión comenzaba con un triunfo por 2-0 ante Lanús en un chivo partido. ¡Recordalo!
Era el 27 de julio del 2002 la gente colmaba la vieja y querida Doble Visera de Cemento, con la alegría e ilusión de un campeonato que arrancaba aquella noche. El Rojo, se enfrentaba ante Lanús, en un cotejo que prometería emoción, desarrollándose un cotejo entretenido para propios y ajenos.
Los del Tolo Gallego llegaban a este encuentro con un equipo nuevo, recién armado y lo peor es que tan solo habían disputado un solo amistoso en la previa. El Granate fue un rival que no puso las cosas para nada fáciles en ese viernes por la noche. El Orgullo Nacional saltaría al terreno de juego con: Díaz; Serrizuela, Franco, Milito, Domínguez; Castagno Suarez, Guiñazú, Ríos (Rivas), Insúa (Eluchans), Montenegro; Silvera.
El reñido partido no dio ventajas hasta los minutos finales, donde en el minuto 42 del complemento llegó un penal que todo pudo cambiar, con Fede Domínguez ejecutándolo, el mismo fue tapado por el uruguayo Flores, ante una parcialidad visitante que ya saboreaba un empate que valía mucho para un equipo que tuvo un irregular torneo, finalizando decimoprimero.
En el minuto 45 llegaba un corner desde la derecha, el cual fue bien ejecutado por Montenegro, que ubicó la pelota en la cabeza de Silvera que solo tuvo que saltar y direccionar, dando el 1-0 agónico. Dos minutos después, cuando todo concluía, llegó la patriada de Eluchans, que progresó varios metros, jugó la pared con Silvera y tras una pifia, tuvo su redención marcando ante la salida de Flores. 2-0 y delirio en Avellaneda. Aquella noche comenzaba lo que sería en 4 meses después un nuevo título.
