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El corazón Rojo

No pensaba ser técnico, no tenías ganas de reinsertarme en el fútbol. El que me insistió siempre fue Burru: “Hacé el curso…”. Lo hice. Cuando salió lo de Arsenal, me llamó para darle una mano y vine. De a poco me fue gustando. Fui con él a Estudiantes. Ahí dije: “Me voy a dar una oportunidad para ver si sirvo”.

-¿Cuál fue tu sueño?

-Mi sueño más alto se convirtió en dirigir Independiente. Alguna vez me lo ofrecieron, comenté que no estaba preparado, que no estaba a la altura de las circunstancias y se lo tomaron como que me acobardé… Bueno, son interpretaciones.

-¿Qué sentiste?

-Nada. Fui claro. Hablé, respondí con fundamentos. Cada uno piensa y dice lo que quiere.

-¿Sos de los que respetan el paladar del hincha?

-Creo que sí… Hay clubes de correr y meter y otros del buen juego. Pero ojo, todos quieren el resultado y que se juegue mejor. Independiente, por ejemplo, llevó a Borghi, gran técnico y persona. Se merece que le vaya bárbaro.

-¿A vos qué te gusta?

-Jugar bien. Ahora, si querés hablamos todo el día de lo que es jugar bien. El jugador que está obligado a tirar la pelota a la tribuna y lo hace, juega bien. El que tira un caño para entrar al área y hace el gol, juega bien. Ahora si es al revés, si el que va a patear al arco la tira a la tribuna… Jugar bien es hacer lo correcto en el momento indicado. Lo más difícil del fútbol es jugar bien. Pero, paradójicamente, lo que hace el futbolista en esas ocasiones, es lo más sencillo…

-En el cuerpo técnico vos combinás todo…?

-Son amigos y tipos con mucho fútbol. Pablo Rotchen sabe mucho de defensa, Hermes Desio del medio y el trabajo sucio y yo, si bien tengo que estar en todo, me caracterizo en la parte ofensiva… Un equipo con especialistas, ja…

Fuente Olé

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