Desde que llegó el “Ruso”, Independiente se hizo fuerte de local y no perdió en el Ricardo Enrique Bochini.
Hay algo que no se puede objetar sobre Independiente. En el último tiempo, al equipo le costaba jugar en el Libertadores de América-Ricardo Enrique Bochini. Presión, miedo escénico, pelotas que quemaban. Todo eso jugaba en contra y se vio reflejado en los resultados.
En los primeros cinco partidos del Rojo como local en el campeonato no se logró el triunfo: fueron dos empates (Instituto y Colón) y tres derrotas (Platense, Defensa y Estudiantes). Sin embargo, desde que llegó Zielinski, el Rojo jugó cinco partidos de local y sumó once de quince puntos posibles. Empató con Racing y Lanús y le ganó a Belgrano, Tigre y Sarmiento.
Ahora, el desafío es sumar de visitante. Zielinski acumula tres derrotas (River, Arsenal y Godoy Cruz) y un empate (Argentinos Jrs) en cuatro partidos fuera de casa. Al equipo le cuesta mucho en ese aspecto. En ese sentido, el “Ruso” declaró en conferencia de prensa luego del partido con Sarmiento: “Vamos a buscarle la vuelta, porque evidentemente de visitante estamos teniendo problemas”.