El domingo por la mañana, más de 3.000 hinchas de Independiente de todo el país se acercaron hasta el Estadio Libertadores de América para vivir el Encuentro de Peñas. Fue una mañana llena de emociones y alegrías, que terminó en el partido ante River, que ninguno se quiso perder.
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El sol recién se asomaba sobre Avellaneda cuando decenas de micros empezaban a llegar por la calle Alsina. Con sus banderas, camisetas, gorras y todo lo que identifique al por el amor a Independiente, los hinchas empezaron a caminar hasta la calle Ricardo Bochini donde iban a ingresar para ver los avances de las obras en el nuevo estadio que quedará inaugurado el 25 de noviembre.
Los cantos ya se oían y no paraban. Sería un momento único e inolvidable porque contadas personas de esas 3.000 tuvieron la oportunidad de ver como está quedando la nueva casa. Por grupos, los integrantes de las peñas entraron a la vieja tribuna Cordero. Cada uno con su cámara, celular o filmadora. Había que grabar de alguna forma ese momento, además de hacerlo en el corazón. Las inevitables lágrimas daban la pauta de que la ansiedad por jugar otra vez en casa, pero ahora más renovada y moderna, estaba en cada uno de los simpatizantes, porque otra vez, Independiente será ejemplo y modelo del fútbol sudamericano.
Banderas estiradas, el fondo de las nuevas tribunas, y fotos, fotos y más fotos. Comentarios que iban y venían. Todos destacaron la imponencia del Libertadores de América que se viene y aprovecharon también para recordar viejos partidos y otros a los que tuvieron la oportunidad de asistir, inolvidables para aquellos que alientan desde kilómetros de distancia.
Mientras unos entraba y otros salían, el gimnasio cubierto vecino al estadio se empezaba a poblar, porque allí los esperaba un almuerzo que serviría para unir a todo el país que lleva al Rojo en el alma. Más tarde, llegó el turno de las palabras del Presidente Julio Comparada. Lo hizo sobre un escenario montado en el patio del Complejo Educativo ante la mirada y la atención de todos los hinchas.
Sobre el final, cada representante de las entidades recibió una sección del viejo estadio, de manos de viejas glorias del club como Ricardo Bochini, el Chivo Pavoni, Mario Rodríguez, Osvaldo Mura, Osvaldo Pérez, Oscar Sastre y Roberto Ferreiro. Después llegó el turno de la Murga Oficial de Independiente (“Infierno Murguero”). Fue la “entrada en calor” para empezar a caminar hacia el estadio de Racing Club donde se jugaba un partido que nadie se quería perder.
Los más de 3000 hinchas se instalaron en una de las populares laterales y vivieron el partido con una gran atracción. No se pudieron ir con un triunfo, pero sí se fueron con el corazón lleno de pasión e emoción. Un día que jamás olvidarán.
