Fernando Berón rompió con una malaria de poco más de once años sin ganarle a River de visitante. Además de esta, se deshizo de otras dos más. ¡Mirá cuáles son!
Independiente derrotó 2-0 a River con dos goles de Alan Velasco y dejó al Millonario sin la final de la Copa Maradona. Si bien el Rojo tuvo buenos momentos y otros en los que necesitó de un salvador, el triunfo fue justificado por la actitud y el temple para afrontar a un rival tan complicado como los que dirige Marcelo Gallardo.
En el banco, como siempre que se necesita a alguien que se haga cargo del equipo, estaba Fernando Berón. El Coordinador de las Divisiones Inferiores agarró al plantel a dos días del duelo y cortó una racha de casi once años sin que el Diablo les gane a los de Núñez de visitante, ya que la última vez había sido el 12 de octubre de 2009, cuando el Rey ganó 3-1 con tantos de Darío Gandín, Ignacio Piatti y Andrés Silvera. Sin embargo, no fue la única racha que cortó.
El 3 de noviembre de 2019, el más grande le ganó a San Lorenzo por 2-1 con dos goles de Silvio Romero, mientras que para ellos marcó Óscar Romero. La victoria, en sí, no fue gran cosa, pero guarda toda una historia detrás.
La última vez que Independiente había conseguido ganarle al Cuervo en condición de local, había sido el 5 de febrero de 2006, por la tercera fecha del Clausura. Eduardo Bustos Montoya fue el encargado de darles la victoria a los de Avellaneda y dejar con las ganas al Ciclón.
Finalmente, la racha en Mendoza. Una fecha después de haberles ganado a los de Boedo, el Rojo derrotó 2-1 a Godoy Cruz con tantos de Juan Bolado en contra y el Chino Romero, mientras que Santiago García anotó para el Tomba. ¿Triunfo normal? No tanto.
El más grande llevaba, lean bien y traten de no impresionarse, cincuenta años sin ganar en esa provincia. La última vez había sido el 2 de noviembre de 1969 por la fecha 10 del Nacional, cuando el Rey de Copas le ganó 2-0 a San Martín con dos tantos de Héctor Yazalde. Si, increíble pero real.
Las tres rachas, todas cortadas con Fernando Berón en el banco, siempre como entrenador interino. La próxima vez que Independiente necesite romper una malaria, la dirigencia ya sabe a quién llamar.
