Jorge Almirón llega a Independiente con una trayectoria larga en México pero casi nula en Argentina. A sus equipos trata de darles verticalidad y dinamismo. ¿Podrá hacerlo en el Rojo?
Siempre que existe un cambio de DT se habla de ilusiones renovadas en aquellos futbolistas que no eran tenidos en cuenta, de un cambio de aire y hasta de motivación extra. Luego, sí, se comienza con la parte táctica y estratégica.
Sin embargo, en este caso, con Almirón llegando al club en época de receso y con un panorama extraño por la negativa de Gabriel Milito y la no renovación de Omar De Felippe, la primera sensación positiva bordea la normalización. A 15 días, aproximadamente, de comenzar el Torneo de Transición el Rojo se despertaba sin entrenador hasta la llegada reciente de Almirón.
El ex entrenador de Godoy Cruz tiene su sello. Su identidad. Defensa adelantada para intentar apoyar a la presión en campo rival; manejar así un equipo compacto y reducir espacios; presentar un sistema que se readapte fácilmente a otro dibujo según cómo se den las acciones durante el juego; ataque poblado de delanteros y volantes con llegada, con la característica de la verticalidad y la dinámica para terminar las jugadas en el área rival.
El concepto es tener velocidad en la resolución cuando el equipo tiene la pelota. Toques para adelante y la llegada ya sea de un volante por sorpresa o de un delantero para definir. En Godoy Cruz contaba con exponentes que cumplían las modificaciones de sistema durante el juego sin grandes inconvenientes. O sea, defender con 3 ó 5 y si el encuentro lo demandaba armar una línea de 4. Además de atacantes movedizos y un nueve capaz de salir del área para habilitar.
Entre lo negativo es la defensa en línea y el achique como arma para cuidarse. Ante delanteros rápidos o defensores de poco pique corto, como Cristian Tula o Sergio Ojeda, esto se puede volver un grave problema. Más aún teniendo en cuenta que Diego Rodríguez no es un arquero que tenga como cualidad salir lejos a cortar.
En la conferencia de prensa, Almirón comentó que si bien tiene muchas referencias de los futbolistas del plantel de Independiente es una necesidad, para él, conocerlos y saber su estado actual. Ante esta declaración surge el interrogante acerca de si adaptará su sistema de juego a las cualidades de los actores o serán los jugadores los que tengan que adaptarse al sistema y si no, verlo desde afuera.
La influencia de parte de Ricardo La Volpe, entrenador que le abrió las puertas de México, y todo lo que incorporó justamente en las tierras del tequila lo marcan. Juego al ras del piso, dinámica y explosión. Mucha conducta y disciplina. Trabajo de pelota parada casi hasta la obsesión. En Mendoza dejó un grato recuerdo por su estilo y su condición de profesionalismo.
Habrá que ver cuál es el grado de permeabilidad al trabajo en conjunto con Gabriel Milito, que seguirá al mando de la Reserva y, por ende, del futuro futbolístico de la Institución.
En fina, ojalá que Almirón, en Independiente pueda llevar a cabo su estilo y el mismo sea respetado por el hincha. Eso será la conclusión de que los resultados lo acompañaron y que el equipo entendió la idea para lograr los distintos objetivos.
