Llegó con la esperanza de convertir muchos goles en Independiente. Con la mochila de ser el goleador en Defensa y Justicia y con muy buenas actuaciones personales en la B Nacional.
Juan Martín Lucero. El delantero que todos esperábamos ver con ansiedad cuando arribó al rojo. Humilde, laburante y de perfil bajo, se metió en el once titular desde la primera fecha del campeonato. Su actuación frente a Atlético Rafaela no fue la más destacada, pero logró convertir en la goleada del equipo de Jorge Almirón.
Junto a Claudio Riaño, nos ilusionaron a todos. Pero el correr de las fechas, acompañando la caída futbolística del equipo, mermó su rendimiento. Han pasado las primeras seis fechas del torneo. El equipo mostró buenas y malas. Defendió cuando se lo necesitó en esa función y se prestó al cien por ciento en la entrega. Pero ha llegado a Independiente para convertir goles. Sebastián Penco, a fuerza de goles y sacrificio, pidió pista. Y con estas últimas actuaciones, se ganó su lugar en la delantera.
La realidad, es que todos esperamos que aparezca el goleador. Llega al partido con Quilmes con una molestia en el izquiotibial y no ha trabajado a la par del grupo en este comienzo de esta semana. Es un buen partido contra el cervecero para empezar a ganarse a todos los hinchas de Independiente. Esperemos que llegue al sábado y la rompa.
Es lo que pedimos todos. Y sin dudas, lo que necesita Lucero. Estoy seguro que, en cuanto la meta un par de partidos, va a aparecer el pibe que llegó de Varela con la ilusión de ser el gran goleador rojo.
