Independiente es un equipo que no encuentra su identidad, teniendo sistemáticamente vaivenes en sus rendimientos. ¡Desde la llegada de Domínguez el equipo no encontró una regularidad!
Independiente es un caos y confusión, no hace falta más que detenerse a analizar las infinitas vicisitudes, en un club que tendría que haber tenido su acto eleccionario hace 191 días, acumula infinidad de deudas y el famoso grupo inversor/sponsor no llegó al club. De todo ese desorden el equipo no es ajeno y sigue mostrando actuaciones más que preocupantes de la mano de un entrenador que no le encuentra la vuelta.
Si bien la responsabilidad hay que achacársela también a varios jugadores puntuales, hay que puntualizar en Eduardo Domínguez, quien en más de seis meses de trabajo no pudo darle una identidad a su equipo, y lo que es más preocupante, estuvo mucho más lejos de encontrar una regularidad, teniendo en cuenta que su equipo, de los 27 partidos que dirigió, nunca pudo obtener dos triunfos consecutivos en el torneo local.
Este dato no menor viene aparejado de un equipo que presenta un sinfín de vaivenes, donde si bien su plantel fue despotenciado ante las salidas de algunos jugadores que quedarán libres, ventas y nulas incorporaciones (exceptuando a Marcone) nunca pudo mostrar algo de lo que el entrenador propone, quien no pudo potenciar a nombres propios; teniendo Alan Soñora escasos chispazos, la cuota goleadora de Benegas y un Leandro Fernández en levantada, pero sin ser suficiente en un equipo que no encuentra el rumbo y un juego sostenido en el tiempo.
Es que los conducidos por Domínguez avanzan un paso y retroceden varios al otro encuentro, en ejemplos tales como lo mostrado en el triunfo ante Talleres de Córdoba y volviendo a retroceder enormemente frente a Argentinos Juniors, o dando signos vitales frente a Estudiantes de La Plata, y cumpliendo en el mata a mata con el Decano, por Copa Argentina, y volviendo a retroceder en Paraná, dejando de manifiesto una falta de regularidad alarmante.
Para colmo, el entrenador se encuentra en fuego cruzado con la dirigencia, exigiéndole refuerzos -solicitó cuatro y esto nos llegan- algo que lo preocupa e inquieta, aunque a la hora de brindar declaraciones se muestre centrado. ¿Podrá torcer el rumbo Eduardo Domínguez? lo cierto es que las cosas tendrán que cambiar repentinamente si no quiere que su continuidad quede en peligro.
